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Los grandes monopolios se van a pulverizar, afirma autor

Redes sociales de la web, opción para lanzar una pequeña empresa global
 
Periódico La Jornada
Miércoles 4 de noviembre de 2009, p. 28

La mesa está puesta para que un recién egresado de una universidad o incluso un empleado despedido puedan emprender un negocio desde el escritorio de casa, empezar una pequeña empresa con presencia global gracias al apoyo de las redes sociales, y de esta manera localizar las necesidades de los consumidores para poder satisfacerlas.

La empresa con una gran marca es hoy una organización pesada, que no tiene poder para responder a las necesidades del mercado. En cambio, una pequeña empresa logra adaptarse gracias a su flexibilidad y a bajos costos de operación, afirma Simón Levy-Dabbah, empresario de 30 años y fundador de Latinasia, la desarrolladora de negocios que apoya las exportaciones de al menos 16 empresas latinoamericanas hacia China, en su libro La era microglobal: la revolución de las pequeñas empresas.

Levy-Dabbah abrió Latinasia hace cinco años en Pekín, luego de entender el potencial de consumo que representaba en esos momentos la economía china, hoy una de las mayores potencias mundiales.

Los costos de arranque fueron 40 por ciento más caros. Si hubiera tenido las herramientas de la tecnología actual, hace cinco años hubiera costado mucho menos arrancar, expone el empresario, egresado de la Facultad de Derecho de la UNAM.

Las redes sociales en la web, como Facebook e infinidad de blogs, son las herramientas para echar a andar una pequeña empresa, que se convertirá en global gracias a la Internet (microglobal), explica en entrevista.

No tienes que tener una oficina. En lugar de usar telefonía convencional puedes ocupar la telefonía vía Internet, sin disponer de grandes infraestructuras. Con saber identificar dónde está la necesidad, dónde hay una insatisfacción, y la resuelves, entonces en esa medida se está haciendo negocio, dice Levy-Dabbah.

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Simón Levy-Dabbah, autor del libro La era microglobal, en entrevista con La JornadaFoto Cristina Rodríguez

Agrega que el concepto de redes sociales es importante porque ellas se integran por niveles de afinidad, lo que hace más sencillo entender las necesidades de la gente. Todo está perfilado, orientado, y tus esfuerzos de hacer negocios cada vez son menores, por lo menos las herramientas son más eficaces que antes.

Profesor de la UNAM y del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, Levy-Dabbah señala que en esas condiciones de trabajo las pequeñas empresas son más flexibles para adaptarse a las condiciones del mercado y, en caso de equivocarse, tendrán la facilidad de reinventarse. Un gran corporativo no puede reaccionar de manera inmediata a las condiciones de mercado por su propia pesadez organizacional.

Ésta es la tesis fundamental de La era microglobal, que será presentado este jueves.

Los papeles se invierten. La empresa que antes era una gran marca es incapaz de responder a las necesidades y a la velocidad con la cual se desenvuelve el mercado. Una empresa microglobal se adapta a las condiciones, sentencia el empresario.

Considera que los grandes monopolios se van a pulverizar en unidades de negocios independientes con el fin de volverse menos pesados.

Estimó necesario retornar a los aspectos básicos de la economía, es decir, satisfacer necesidades que prácticamente se orientan a adquirir experiencias. Hay afinidades con un potencial de consumo, no mercados, agrega.

Levy-Dabbah ve en Internet y sus herramientas un potencial de desarrollo económico y de bienestar social.

Qué mejor, plantea en la entrevista, que en lugar de festejar bicentenarios o centenarios, el dinero que se va a gastar en esas festividades sea invertido en adquirir computadoras que sean canalizadas a las comunidades pobres del país.