Mundo
Ver día anteriorLunes 2 de noviembre de 2009Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

El Congreso aún no convoca a sesión para decidir la restitución de Manuel Zelaya

El candidato Porfirio Lobo, clave para resolver la crisis política de Honduras

La secretaria del Trabajo de EU y Ricardo Lagos verificarán que se cumpla acuerdo: OEA

Pugna Human Rights Watch por la revocación de decretos que violan derechos humanos

Foto
El presidente Manuel Zelaya, con su nieta Irene Melara, ayer, en la embajada de Brasil en Tegucigalpa, donde se encuentra en calidad de huésped desde el pasado 21 de septiembreFoto Reuters
 
Periódico La Jornada
Lunes 2 de noviembre de 2009, p. 17

Tegucigalpa, 1º de noviembre. El candidato favorito para ganar la presidencia de Honduras se ha vuelto clave para resolver la crisis política tras el golpe de Estado contra el mandatario Manuel Zelaya, la cual se prolonga ya cuatro meses y ha dejado al país marginado de la comunidad internacional.

Porfirio Lobo, conocido como Pepe, del Partido Nacional (PN, derecha, principal fuerza opositora que tiene 55 escaños en el Congreso), encabeza las encuestas para las elecciones del 29 de noviembre. Su partido es el más grande de la oposición y tiene la llave para que Zelaya vuelva al gobierno.

Presionados por Estados Unidos y varias naciones, Zelaya y el gobierno de facto firmaron el viernes pasado un acuerdo, el cual establece que el Congreso debe decidir si restituye el poder al líder detenido y expulsado del país por un comando armado en un golpe de Estado, perpetrado el 28 de junio, por supuestamente violar la Constitución para allanar el camino a una relección.

Según el acuerdo, el Congreso unicamaral de Honduras debe decidir, tras una opinión de la Corte Suprema, si se restituye a Zelaya. Hasta hoy no había fecha para la votación. El Legislativo se encuentra en receso, teóricamente, hasta después de los comicios presidenciales.

Para la Organización de Estados Americanos (OEA), el tema es una carrera de obstáculos y no de velocidad.

No me gusta hablar de plazos, sino de soluciones, manifestó Adam Blackwell, secretario de relaciones externas de la OEA, a su arribo a Tegucigalpa este domingo. Estamos aquí para facilitar las cosas, añadió.

La OEA nombró como miembros de la comisión que verificará el cumplimiento del acuerdo a la secretaria de Trabajo de Estados Unidos, Hilda Solís, y al ex presidente de Chile Ricardo Lagos, quienes junto con el secretario de asuntos políticos de la entidad, Víctor Rico, llegarán el miércoles a Tegucigalpa.

Zelaya dice que su retorno deberá decidirse a más tardar el jueves, mientras representantes del presidente de facto, Roberto Micheletti, sostienen que hay que esperar hasta los comicios.

Los legisladores del Partido Liberal, al que pertenecen Zelaya y Micheletti, están divididos.

La situación coloca a los diputados del PN bajo presión para revertir el apoyo que prestaron para la destitución de Zelaya y el nombramiento de Micheletti en una votación del Congreso, pero hasta ahora han evitado fijar su posición y han aplazado la decisión.

El portavoz de Lobo, el subjefe de la bancada del partido y media docena de diputados expresaron que esa formación política está en consultas.

Habría que analizar profundamente el tema para poder tomar una decisión, aseveró la diputada nacionalista Victoria Carrasco.

Si Lobo es elegido y no hay cumplimiento del acuerdo, podría encontrarse en noviembre con una elección sin reconocimiento internacional y en enero con un país que seguiría siendo paria en la comunidad mundial.

Grupos de derechos humanos han denunciado al gobierno de facto por limitar las libertades ciudadanas y cerrar medios de comunicación leales a Zelaya.

Estados Unidos, la Unión Europea y organismos multinacionales han suspendido cientos de millones de dólares en ayuda y acceso a fondos tras el golpe, y han afirmado que éstos se abrirían si se cumple el acuerdo.

Cerca de 20 por ciento del presupuesto del gobierno depende de ayuda extranjera, según el Fosdeh, centro local de investigaciones.

Los líderes del PN dicen que quieren esperar a que se convoque a la sesión sobre Zelaya y a que la Corte Suprema emita su opinión, pese a que algunos de sus rivales políticos creen que hay un acuerdo entre partidarios de Zelaya y Lobo.

Lo que nos ha dicho (Lobo) en privado es que él estaría convocando a su partido para apoyar el convenio, subrayó Marvin Ponce, diputado del partido Unificación Democrática, que apoya la restitución de Zelaya.

Nelson Licona, candidato a diputado del Partido Liberal, indicó: “ha quedado desnudada una vez más la alianza permanente que han hecho Porfirio Lobo y Mel Zelaya”, según publicó el diario La Tribuna.

Sin embargo, los nacionalistas han negado dicha alianza.

No hay nada de eso, señaló el director de comunicaciones de la campaña de Lobo, Miguel Ángel Bonilla. La decisión que se tome va a ser con base en la ley, añadió.

Analistas discrepan sobre la posibilidad de una alianza de conveniencia. Creo que es viable, porque los partidos requieren estabilidad y reconocimiento en las elecciones, afirmó Rolando Sierra, historiador y sociólogo de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras.

Raúl Pineda, analista político y ex diputado del PN, cree que si Lobo intentara apoyar la restitución encontraría la resistencia de algunos sectores del partido. Lo que entiendo de la plática con los líderes del Congreso es que no hay ambiente para la restitución, apuntó.

Zelaya, aliado del presidente venezolano Hugo Chávez, está en la embajada de Brasil en Tegucigalpa, donde se refugió tras entrar clandestinamente al país el pasado 21 de septiembre.

De su lado, Human Rights Watch abogó por que la restauración del orden constitucional en Honduras sea acompañada de la revocación inmediata de decretos y medidas represivas del gobierno de facto y de una investigación completa sobre los abusos cometidos luego del golpe de Estado.

Honduras debe corregir urgentemente los graves retrocesos en materia de derechos humanos ocurridos desde el golpe, manifestó José Miguel Vivanco, director para las Américas de Human Rights Watch. Honduras debe dar marcha atrás a la legislación represiva y dar órdenes inequívocas a las fuerzas de seguridad para que dejen de cometer abusos y cooperen con las investigaciones de la unidad de derechos humanos de la fiscalía.