Opinión
Ver día anteriorJueves 22 de octubre de 2009Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Astillero

Golpes anunciados

Ni depresión ni enojo

Conciencia y acción

Clase Política

Tras de corneado, apaleado

Julio Hernández López
Miguel Ángel Rivera
Dinero

Cumplió el PRI con el 2% pero el resto es un horror

Televisa y el capitalismo cuatachón

La vida es bella para el doctor Sojo

México SA

Rompe el gobierno de Calderón récord en número de desempleados

Trueca Levín Coppel la roqueseñal por ahora sí van a comer mierda, cabrones

Enrique Galván Ochoa
Carlos Fernández-Vega
Ciudad Perdida

El espectáculo priísta

Al proyecto calderonista, sólo rasurada y corte de fleco

Navegaciones

El último suspiro del Conquistador / VII

Miguel Ángel Velázquez
Pedro Miguel
Ruta Sonora

Kings of Leon

José Cruz

Overkill

Desempleo, impuestos y costo social
S

egún un reporte del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la tasa de desempleo en México se ubicó en septiembre pasado en 6.41 por ciento de la población económicamente activa, lo que equivale a 2 millones 930 mil personas sin trabajo, más de un millón de diferencia con respecto al mismo mes de 2008. Estos datos se complementan con los que arroja la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, elaborada por el propio Inegi, respecto de la cifra récord de ocupados en el sector informal: más de 12 millones de personas hasta el primer semestre de este año.

Patricia Peñaloza
El Correo Ilustrado

Por la salud colectiva

L

a Asociación Latinoamericana de Medicina Social, organización ciudadana para cuidar la vida y la salud, agradece al SME por alcanzar y defender derechos laborales que mejoran las condiciones para la vida digna de miles de trabajadores; por entenderse, ser y actuar como colectividad humana para lograr condiciones de vida más saludables en México. Consideramos que su historia, su lucha y su actual situación han alimentado (continúan haciéndolo) el campo de la medicina social, y ahora tal vez lo estén haciendo con ell de la salud colectiva en México.

Lo del SME, en la lógica del neoliberalismo
E

l liberalismo nació siendo antiestatista: el Estado, se dijo hace más de 200 años, limita la libertad de los mercados. Con la crisis de 1929 los liberales tuvieron que aceptar la intervención del Estado como posible salvación del capitalismo, aunque no pudiera resolver los agudos problemas de pérdida económica de muchos capitalistas individuales. Lo que hizo el Estado en ese año y los siguientes fue reactivar la economía dando empleo a quienes lo habían perdido. Con el empleo aumentó el número de consumidores y con éstos la demanda de productos que había disminuido provocando la crisis. Para dar empleo se hicieron obras de infraestructura y, como dijo alguien entonces, se hicieron hoyos y luego los taparon. El punto era dar empleo y pagar la mano de obra, aunque no fuera mucho, para convertirla en mercado eficiente, en consumidora. La economía florecería de nuevo.

Octavio Rodríguez Araujo
Estrategias buenas, regulares y malas
T

odos los países desarrollados y muchos de los llamados emergentes están convencidos de que los que han logrado un crecimiento sostenido en el desarrollo económico han sido aquellos que han invertido en capital humano, es decir, en educación. Por tanto, han apoyado en forma creciente a las universidades y centros de investigación, al tiempo que han restructurado sus empresas para hacerlas más eficientes y competitivas en función de las innovaciones y necesidades tecnológicas.

La democracia de los privilegios
D

esde el 68 se hizo obvia la necesidad de impulsar la democratización del Estado en consonancia con los cambios ocurridos en la sociedad. La formación de unas clases medias con capacidad de consumo, la urbanización explosiva de las ciudades, precipitada por la demografía, pero también por la crisis rural; la expansión educativa, el fortalecimiento de la cultura impulsada desde la universidad pública –UNAM–; el despliegue de las modernas telecomunicaciones, en fin, el fortalecimiento de la seguridad social y la salud, entre otros indicadores, dan cuenta de grandes mutaciones, pero también de los nuevos desafíos planteados al desarrollo nacional.

Ana María Aragonés
Adolfo Sánchez Rebolledo
¿De dónde venimos y a dónde vamos?
S

i pensamos en la Vida –así, con mayúsculas– como un serial televisivo, aunque no hemos visto casi nada de la serie, más o menos le podemos seguir el hilo. En los capítulos de la primera temporada, hace unos 4 mil millones de años, la Tierra era una bola ardiente. Dentro de ese caos hirviente se producían sin cesar millones de reacciones químicas entre los diferentes átomos que por ahí pululaban, que si un carbono se junta con un hidrógeno, que si dos hidrógenos con un oxígeno, y así se generaban múltiples combinaciones: las moléculas. Algunas duraban apenas un instante, otras eran más estables, hasta que el capricho acertó con una molécula capaz de autorreplicarse. Y como parece que la vida y el error son pareja de hecho, las réplicas nunca fueron todas exactas e incluso alguna de las réplicas fallidas también supo replicarse, de forma que teníamos un planeta con millones de moléculas replicantes que se iban diferenciando de sus progéneres. De todas las moléculas la que tomó mejor ventaja fue aquella que se rodeó de una membrana: la célula. De nuevo la misma situación. Millones de células replicándose y errando hasta tener muchos modelos de células diferentes más o menos adaptados a la situación. Y lo que tiene la diferencia es la virtud de atracción. Las grandes se sentían atraídas por las pequeñas, las que sabían hacer una cosa buscaban asociarse con las que se adaptaban mejor al hábitat en cuestión, hasta que otra vez el azar agrupó bajo una única membrana un grupito de células aptas para vivir… y para reproducirse.

Puerto Rico en pie de lucha
E

l paro fue un éxito total... un estado de insurrección civil pacífica del pueblo de Puerto Rico, afirmó el obispo metodista Juan Vera en referencia al paro nacional efectuado en la isla el 15 de octubre. Mientras, su homólogo católico de Caguas, Rubén González, subrayaba la indignación expresada debido a decisiones tomadas por el gobierno sin contar con el pueblo

Gustavo Duch Guillot*
Ángel Guerra Cabrera
Diktat energético
¿Q

ué querés decir cuando afirmás que Carlos Pascual viene por el resto? La pregunta me tomó desprevenido. La formuló un periodista argentino en una corta visita que hice a Brasil: había leído un artículo que publiqué en La Jornada en el que afirmaba que Tony Garza, el embajador de Bush en México, había venido por Pemex y logró una reforma energética que extirpa vitales actividades sustantivas y transforma el ente en un cascarón para el trámite de contratos y que Pascual, su sucesor, venía por el resto.

El autobús
D

esde que se presentó El autobús del dramaturgo y novelista suizo Lukas Bärfuss en lectura dramatizada durante el primer Ciclo de Teatro Germano Contemporáneo, Carlos Corona tuvo el gran deseo de llevar la obra a escena de manera formal, lo que ahora realiza bajo el patrocinio del INBA. El texto de Bärfuss obtuvo un importante premio en su país natal en 2005, siendo una de las varias preseas que ha obtenido el autor, uno de los más reconocidos en Suiza y en los países de habla alemana, aunque su presencia ya irradia hacia muchos lados, por lo que es de celebrarse que el director nos lo dé a conocer en México.

John Saxe-Fernández
Olga Harmony