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Reúne unas 400 piezas entre fragmentos de películas y entrevistas

París festeja a Fellini y su universo onírico con magna exposición
 
Periódico La Jornada
Miércoles 21 de octubre de 2009, p. 9

París, 20 de octubre. El cineasta italiano Federico Fellini y su universo onírico son celebrados en la capital de Francia con una gran exposición que abrió sus puertas este martes en el museo Jeu de Paume de París, tras cuatro años de trabajo.

Titulada Fellini, el gran desfile, la muestra, que constituye un festejo de El Maestro (1920-1993) y del mundo felliniano, es la primera gran exposición mundial consagrada al cineasta que no está centrada en sus dibujos, afirmó Sam Stourdzé, el encargado de la exhibición.

La exposición en el Jeu de Paume, museo situado en el jardín de las Tullerías, reúne unas 400 piezas, entre fragmentos de películas, videos, fotografías, afiches, dibujos, revistas y entrevistas filmadas, muchas inéditas.

Investigación meticulosa

Se necesitó un trabajo de investigación muy meticuloso, que llevó cuatro años, explicó el encargado, que se ufana de haber encontrado elementos inéditos, como fotos en color de algunos de sus filmes en blanco y negro, que no se conocían.

Foto
Federico Fellini, en un retrato poco difundidoFoto Archivo

En el centro de la muestra, en cuya organización participaron también la Cinemateca francesa y el Instituto Cultural Italiano de París, está su obra maestra, La Dolce Vita (1960), radiografía de la sociedad romana que celebra su 50 aniversario el próximo año.

Según el encargado, la ambición de la muestra, que cerrará el 17 de enero próximo, es iluminar el proceso creativo del cineasta y descifrar la construcción de sus imágenes.

Quiere adentrarse y descubrir las obsesiones y fantasmas de Fellini, y las fuentes que alimentaron su imaginación, que fueron principalmente la niñez, las mujeres y el inconsciente, agregó.

Detrás de su reflexión intelectual surge el cineasta eminentemente popular que fue Fellini, que adoraba el music-hall, la calle, el circo, la magia, las fotonovelas, los desfiles –de prostitutas, de payasos–, el rocanrol, y que dejó imágenes encantadas de todos esos mundos.