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Marionetas de la Esquina estrenará en el teatro Helénico nueva versión de El circo

Lourdes Pérez Gay invita a los jóvenes a recuperar el trabajo de títeres de hilo

Escrita por Lucio Espíndola, la obra recrea el fabuloso mundo dentro de las carpas

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Títeres de la campañía que dirigen Lourdes Pérez Gay y Lucio Espíndola, durante una función de El circo ofrecida a los representantes de los mediosFoto Yazmín Ortega Cortés
 
Periódico La Jornada
Viernes 16 de octubre de 2009, p. 7

Estrenada en 1976, El circo es una de las obras más antiguas y entrañables en el repertorio de Marionetas de la Esquina. De allí que los directores de la compañía, Lourdes Pérez Gay y Lucio Espíndola, crea una nueva versión, la cual será estrenada este domingo en el teatro Helénico.

Además de buscar cautivar la capacidad de sorpresa y la imaginación de niños y adultos, la nueva versión tiene el propósito de invitar a las nuevas generaciones a interesarse por recuperar el trabajo con títeres de hilo, vertiente cada vez más en desuso.

Así lo precisa la actriz y titiritera Lourdes Pérez Gay, quien además es directora de El circo: “Una de las principales diferencias con la versión anterior es que ahora dejamos al descubierto la animación.

“Por una parte, para que los adultos aprecien cómo es este tipo de quehacer de los titiriteros, pero también porque es importante recuperar el trabajo de títeres de hilo, debido a que ya casi nadie lo hace.

Como titiriteros tenemos obligación de participar en esa labor de recuperación, mostrar lo que se hace en ese tipo de trabajo para que los jóvenes se acerquen a él y vean que animar es amable y divertido.

Sin embargo, la artista aclara que ser titiritero no es una labor fácil: No todos son aptos para este tipo de trabajo; hay que tener mucha habilidad, pero sobre todo humildad. Humildad, porque el titiritero debe anularse para transmitir toda la carga al objeto. Uno debe tener presente que la estrella aquí siempre es el títere.

Animar uno de estos objetos, agrega, requiere un alto grado de concentración, pues son muy complicados. Por ejemplo, en El circo se utilizan títeres de 35 hilos, que al menor descuido pueden enredarse. “Parece fácil –resalta–, pero en un parpadeo puede venirse todo abajo”.

Contrastes de dos épocas

Otro de los aspectos a destacar de esta nueva versión es que la mayoría del elenco está integrado por animadores jóvenes, los cuales fueron seleccionados mediante un casting que la compañía hace de forma anual.

Escrita por Lucio Espíndola, quien a la vez actúa en la obra como maestro de ceremonias o presentador, El circo recrea ese fabuloso universo que se desarrolla dentro de las carpas.

Las acciones comienzan dentro de un elegante teatrino, donde un títere que representa a un actor decimonónico se confronta con otro que a su vez representa a un payaso del siglo XXI en torno de las diferencias que hay entre una y otra época.

La discusión pasa de los gustos a las costumbres, de la moda a la política, para finalmente encontrar que el punto en común entre los dos tiempos es la afición por el circo.

A partir de allí es cuando el espectador es trasladado dentro de una carpa durante casi 50 minutos y comienzan el azoro y de vez en vez las risas ante el desfile de una banda musical, dos payasos equilibristas, un frustrado domador y un malcriado león, cuatro bien entrenadas focas, una arriesgada equilibrista y una bella y virtuosa trapecista.

Las funciones de El circo tendrán lugar los domingos, a partir de éste a las 13 horas en el teatro Helénico del Centro Cultural Helénico (avenida Revolución 1500, colonia Guadalupe Inn), donde se mantendrá en temporada hasta mediados de enero.