Rosamond ha elegido 20 fotografías familiares, ha tomado una grabadora y varios casetes. Ha decidido que ésta es la mejor manera de contarle a Imogen –la ahora quinceañera hija de su sobrina, y a quien sólo vio una vez, a meses de haber nacido–, la historia de su verdadera familia, de su madre biológica y de su abuela: describiéndole las imágenes.

Más allá de la imagen inmóvil creada por la palabra poética, más allá del adjetivo inesperado y mucho más allá de sentimentalismos, la poesía de Marcelo Uribe lanza imágenes que no tienen principio ni final, son un proceso que no termina, son movimiento: imágenes poéticas que se transforman continuamente sin detenerse, siempre en busca de la palabra siguiente, que no de la última. Camino para perderme/ para no encontrar nada... Camino para no estar ni dejar rastro/ camino sin seguir tu pista de ausencia,/ orientado sin rumbo por tu silencio. Última función, Marcelo Uribe. Editorial Almadía, 110 pp. Precio de lista: 85 pesos.

Pese a su corta vida –murió de 34 años– el poeta José Carlos Becerra dejó tras de sí una obra abundante que abarca además del verso, la narrativa. Y dejó también una historia de vida intensa, sobre todo sus últimos años: dando clases en Inglaterra, amores, viajes por Europa, publicaciones. El académico de la UAM Álvaro Ruiz Abreu publicó su biografía por primera vez en 1996, sin embargo se dio a la tarea de corregirla y ampliarla para dejar lo más nítido y profundo posible, el análisis de su obra literaria, así como un retrato detallado de su paso por el mundo. La ceiba en llamas: vida y obra de José Carlos Becerra, Álvaro Ruiz Abreu, UNAM, 297 pp.