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El poeta presentó el libro de Lorenzo León Diez

Destaca Enrique González Rojo aportes de Fragmente
 
Periódico La Jornada
Domingo 14 de junio de 2009, p. 4

Una búsqueda de la armonía mediante propuestas inquietantes frente a los cánones imperantes en las relaciones amorosas, así como un cuestionamiento a la costumbre de la posesión, son algunos de los aportes que el poeta Enrique González Rojo observa en la novela Fragmente. Diario de un adicto al sexo (Ediciones Eón), del narrador Lorenzo León Diez.

En una presentación en el bar Las Hormigas de la Casa del Poeta, la noche del viernes, en la que participaron además los escritores Saúl Ibargoyen y Alfredo Coello, junto al autor, González Rojo agregó: “La novela es puntualmente la mostración de un individuo de la clase media urbana de México, entregado de tiempo completo, y horas extra, a la búsqueda, el asedio, la conquista y el disfrute del sexo. La obra se halla ubicada en el presente. La generación de Barry, el personaje principal del diario, es la generación de la crisis, el México insertado en la globalización, el país cayéndose a pedazos, la nación en que aparecen los gobernantes en las páginas rojas, al lado de los asaltantes”.

El poeta dijo que el protagonista parecería ser un nuevo Don Juan, pero aclaró que no es así, pues mientras el segundo no ama a las mujeres que conquista y no le interesan las prostitutas, a Barry sí, además de tener una pareja, Radira, y de fatigarse y aburrirse ante sus afanes.

González Rojo observó en la novela el asunto de la poligamia y su consecuente soledad, así como la búsqueda de nuevos tipos de relaciones ante el desgaste de la familia tradicional, pese a los discursos conservadores.

Sin embargo, el planteamiento más destacado por González Rojo en esta obra fue “la marcha irrefrenable hacia el ménage à trois”, con el entendimiento amoroso entre los personajes Barry, Radira y Eleanei, en busca de la armonía pese a dificultades como el afán de posesión.

La pulsión apropiativa se haya agazapada a la espera de trastornar todo proyecto verdaderamente humano, dijo el poeta, y citó palabras de Radira: Necesitamos otro lenguaje, nuevas palabras para explicar lo que nos sucede. No las tenemos.

González Rojo felicitó a León Diez por el lenguaje punzante y vertiginoso, inteligente y poético de Fragmente, documento reflexivo y emocional sobre las relaciones humanas, vistas con apertura y espíritu libertario.