Ana María Torres se mostró entusiasmada ante la posibilidad de triunfar esta noche, cuando enfrente a la tailandesa Ussanakorn Kokietgym, en la primera función de boxeo encabezada por un combate de título mundial femenil en la ciudad de México, pues lo considera un paso para el pugilismo del género, al que le ha costado abrirse paso.

Con resultado exactamente igual, de 52.200 kilogramos, ambas libraron por 200 gramos la báscula en la ceremonia que se realizó en el museo de la cervecera patrocinadora, para enfrentarse esta noche por el título unificado supermosca del Consejo Mundial de Boxeo (CMB).

Estoy muy contenta, muy motivada de que por fin llegó esta oportunidad para el boxeo femenil. Hablo por todas las compañeras, porque yo sé que a lo mejor a mí me tocó esta oportunidad tan grande, pero teniendo un buen resultado les va a tocar a mis demás compañeras, expresó La Guerrera Torres, primera mujer que disputó una pelea profesional en México, en 1999, y que esta noche defiende por segunda vez el título supermosca del CMB.

Estoy contenta, motivada, disfrutando este momento y esperemos en Dios que mañana (hoy) salga yo con la mano en alto y así vendrán muchas cosas buenas para mí, agregó la pugilista de Nezahualcóyotl, quien llega con foja de 17 victorias, 11 por nocaut, tres derrotas y dos empates.

Kokietgym, quien aparece como campeona interina, según las reglas del CMB, subirá con un récord profesional modesto, de apenas seis peleas, aunque invicta y con cuatro de ellas ganadas por la vía rápida.

En el escaso inglés que logró traducir uno de los miembros de la embajada de Tailandia, Kokietgym alcanzó a manifestar que la contienda no le causa ninguna emoción especial, sólo pelear, estoy aquí para pelear.

Es muy fuerte, muy alta, de guardia zurda, apuntó La Guerrera, pero confío mucho en mi preparación y en mis ganas de salir victoriosa, anotó.