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Ejidatarios de Mitzitón ratifican que no cederán sus tierras para la obra carretera

Autoridades desdeñan protestas de chiapanecos e inician obras de autopista
 
Periódico La Jornada
Miércoles 3 de junio de 2009, p. 17

Este lunes inició oficialmente, en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, la construcción de la autopista que unirá la ciudad coleta con Palenque. La obra ha sido muy proclamada por los gobiernos estatal y federal, festinada por los empresarios hoteleros y rechazada por diversas comunidades indígenas que resultarían afectadas por la vía.

Las autoridades ejidales de la comunidad tzotzil de Mitzitón (municipio de San Cristóbal de las Casas), adherentes a la otra campaña del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), ratificaron el mismo lunes el acuerdo tomado la víspera en asamblea, en el que sostienen que no permitirán la construcción de la autopista a través de sus tierras.

En su primer etapa la obra comprende un tramo de cerca de 9 kilómetros (8 mil 800 metros lineales) a partir de la salida sur de San Cristóbal, y concluye en Mitzitón. La autopista atravesaría milpas, viviendas, bosques y manantiales. El gobierno estatal ha ofrecido indemnizar a los ejidatarios con el pago de un peso por metro cuadrado de tierra.

En el contexto del ambicioso proyecto vial y turístico se han suscitado conflictos, supuestamente intercomunitarios, en los alrededores del crucero de Cuxuljá y sobre todo en las inmediaciones de las cascadas de Agua Azul, uno de los enclaves más importantes para el desarrollo carretero, ecoturístico y comercial.

Las comunidades autónomas zapatistas de la zona, así como las adheridas a la otra campaña, se oponen a estos proyectos que afectarían sus territorios y su vida cotidiana. Bajo el señuelo del desarrollo (no necesariamente para los indígenas), las autoridades y los inversionistas privados pretenden imponer condiciones que amenazan la integridad ejidal y comunal.

Poblados pertenecientes a los caracoles zapatistas de Oventic, y sobre todo Morelia, ya sufren los primeros efectos. El más grave se manifiesta en la represión desatada desde abril contra el ejido San Sebastián Bachajón (municipio de Chilón), extendido a distintas comunidades como Agua Clara, Betel Yochip y otras del municipio autónomo Comandanta Ramona. De manera menos evidente, también padecen consecuencias las regiones autónomas Ernesto Che Guevara y Primero de Enero.

Bajo cargos que los indígenas consideran prefabricados y falsos, siete ejidatarios de San Sebastián Bachajón se encuentran presos en el penal de El Amate, tras un gran operativo policiaco, en el que fue destruida la caseta de cobro que tenían los tzeltales de dicho ejido en el acceso al balneario de Agua Azul. Asimismo fueron despojados de su banco de grava, que se pondría al servicio de las constructoras.

Para lograr sus metas, el gobierno se ha respaldado en grupos oficialistas como la Organización para la Defensa de los Derechos Indígenas y Campesinos (Opddic) y la Organización Regional de Cafeticultores de Ocosingo (Orcao), así como en seguidores de la iglesia evangélica Alas de Águila, asentados en Teopisca, cerca de Mitzitón.