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A propuesta de Brasil, 34 cancilleres acuerdan crear un grupo especial para debatir el tema

Empantanada, la discusión para el regreso de Cuba a la OEA

Condicionar o no el retorno, el escollo

Zelaya, Ortega y Lugo abogan por la reincorporación

Hillary Clinton descarta consenso sobre la isla, tras la inauguración de la 39 Asamblea General

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Al frente, los presidentes de Paraguay, Fernando Lugo; de Honduras, Manuel Zelaya; de Nicaragua, Daniel Ortega, y la canciller hondureña Patricia Rodas, acompañados de gobernantes y funcionarios americanos reunidos en San Pedro Sula para la 39 Asamblea General de la OEAFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Miércoles 3 de junio de 2009, p. 23

San Pedro Sula, 2 de junio. Cuba se convirtió hoy en el tema ineludible de la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) en la ciudad hondureña de San Pedro Sula, donde los participantes dejaron claras sus diferentes concepciones sobre el eventual retorno de la isla a este organismo que algunos de sus miembros volvieron a cuestionar fuertemente.

A propuesta de Brasil, los 34 cancilleres americanos acordaron este martes crear un grupo especial de trabajo para debatir la reincorporación de Cuba a la OEA, con delegados de 10 países que a puertas cerradas trataban de alcanzar una postura común. De entrada, la mayoría de los países abogan por el retorno de la isla, pero el escollo está en si debe o no condicionarse.

La canciller de Honduras, Patricia Rodas, anunció durante la primera sesión plenaria que su país presentará ante el grupo de trabajo una nueva propuesta sintetizadora, dijo, de las voluntades expresadas por todos los países y que recoge el espíritu fundamental de armonía que debe llevar una decisión de tales extremos.

La 39 reunión del organismo fue inaugurada por el presidente hondureño, Manuel Zelaya, quien llamó a reparar el error de marginar a Cuba, y el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, que instó a mantener la unidad del organismo. Zelaya subrayó que el compromiso es de toda América Latina, al calificar de aberración la decisión que tomó la OEA en 1962 contra La Habana.

En la ceremonia inaugural estuvieron presentes además el mandatario nicaragüense, Daniel Ortega, y su par paraguayo, Fernando Lugo, quienes también exigieron el reingreso inmediato de la isla a la organización regional. Ortega dijo que si Cuba no es readmitida seguiremos siendo cómplices de la sanción, mientras Lugo mencionó que los motivos de entonces no tienen razón de ser ahora.

Pero la secretaria estadunidense de Estado, Hillary Clinton, al culminar una jornada de duras negociaciones, declaró ante la prensa que no hay consenso sobre la readmisión de Cuba en la OEA. Antes de partir de Honduras y dejar a los asistentes seguir en los debates, Clinton insistió en que Estados Unidos aguarda el día en que una Cuba democrática se reintegre al sistema interamericano, tras haber insistido en que libere prisioneros políticos y amplíe las libertades públicas.

La clave de las divergencias en esta reunión, que concluye este miércoles, estriba en el compromiso democrático que Estados Unidos quieren unir de manera inequívoca a una eventual derogación del decreto por el cual Cuba fue excluido de la OEA en 1962 por su filiación comunista, y que países como Nicaragua, Venezuela, Ecuador o Bolivia rechazan vehementemente por considerarla injerencista.

El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, al inaugurar el encuentro pidió discutir el tema cubano sin problemas ni crear divisiones, y defendió la vigencia permanente del sistema interamericano y sus instituciones en momentos en que se abre la posibilidad de un fortalecimiento del organismo que no hemos tenido desde hace mucho tiempo.

Cuando escucho voces que llaman a terminar con la OEA, me pregunto cuántas décadas se requieren para construir algo semejante y quién haría el trabajo que realizamos, expresó.

Lamentó las acusaciones de que la OEA es una democracia imperial, y agregó que hay una agenda común en la región y que el presidente estadunidense, Barack Obama, goza de popularidad y credibilidad en el hemisferio.

El presidente nicaragüense, Daniel Ortega, en rueda de prensa con sus pares Zelaya y Lugo, afirmó que la OEA sigue siendo un instrumento de dominación de Washington y consideró más saludable crear una organización de estados latinoamericanos y caribeños, al apuntar que no ha visto ningún cambio con Obama.

En tono más conciliador el paraguayo Fernando Lugo, quien hoy mismo viajará a Cuba, destacó el debate en la OEA sobre Cuba como una oportunidad histórica para discutir el multilateralismo y acabar con la práctica de la exclusión que, dijo, hoy no tiene cabida en una América Latina que ve multiplicarse iniciativas de integración.

En tanto, el hondureño Manuel Zelaya consideró que la reintegración de Cuba en la OEA sería una sabia rectificación de una infamia.