Los Ángeles, 7 de mayo. California ha reabierto el debate sobre la legalización de la mariguana con fines tributarios, esta vez de la mano del propio gobernador, el republicano Arnold Schwarzenegger, que vería con buenos ojos la iniciativa si eso le ayuda a tapar el déficit fiscal que padece el estado.

Durante una conferencia de prensa esta semana, el ex actor reiteró que aunque no apoya personalmente la idea de la legalización, le gustaría que se investigaran los resultados de esa posibilidad tal y como ha sucedido en otros países.

Estoy abierto a estas ideas sobre la creación de ingresos extras. Creo que debemos estudiar con cuidado lo que han hecho otros países que han legalizado la mariguana y otras drogas; qué efecto tuvo, indicó Schwarzenegger.

El protagonista de Terminator, que en el pasado admitió haber probado la mariguana, puso a Austria, su país nativo, como ejemplo. Ellos quieren reanudar algunas de las decisiones hechas en otros países europeos, señaló.

Estos comentarios llegaron días después de que una encuesta estatal indicó que el 56 por ciento de los votantes californianos apoya la idea de legalizar la mariguana para fines recreacionales y gravar impuestos en las ganancias.

California aprobó el uso de la mariguana para usos médicos a través de la Proposición 21 en 1996, uniéndose a otros 13 estados de la unión. A principios de año, el asambleísta de San Francisco Tom Ammiano presentó un proyecto de ley para legalizar el uso de esta droga para uso recreativo, con el fin de recaudar fondos para el estado, cuyo déficit presupuestario es de 42 mil millones de dólares, el más alto entre los estados del país.

El proyecto de ley pondría a la mariguana en el mismo estatuto que el alcohol y el tabaco, que pueden ser adquiridos para uso personal por personas mayores de 21 años.

De llegar a ser aprobada la propuesta del parlamentario demócrata, el cannabis se tasaría a 50 dólares por cada 1.5 kilos, lo que supondría unos mil 300 millones de dólares anuales más para las arcas públicas californianas.

No se espera que esta proposición sea votada hasta el próximo año.

Aunque Ammiano y otros defensores de este proyecto confían en que esta nueva administración la secunde a nivel nacional, la Casa Blanca ha informado que no está en favor de la legalización de la mariguana.

Los defensores de la propuesta creen que la descriminalización de esta sustancia mejoraría la salud pública, ya que volvería a destinar los esfuerzos de control criminal hacia delitos más serios. Además reduciría el daño ambiental ocasionado por el cultivo ilícito del cannabis.

David Lentz, abogado y uno de los mayores expertos en marihuana de California, asegura que no ve posible legalizar la mariguana, pero es optimista sobre los avances que ha hecho el estado en esta materia.

Lentz considera clave el hecho de que la administración del presidente estadunidense Barack Obama no vaya a establecer una caza de brujas en estados donde se usa esta droga con fines medicinales.

Otro defensor del proyecto es el profesor de leyes de la Universidad del Sur de California, Michael Shapiro, que cree que el mundo sería un lugar más racional si se legalizara la mariguana. La legalización reduciría el crimen y el uso de las drogas más fuertes como la cocaína y la heroína, declaró.

Este experto coincide con el asambleísta en que la mariguana es un negocio lucrativo que debería regularse de la misma forma que el cigarrillo y el alcohol.

“La gente no va a dejar de usarlas porque se prohíban. La mariguana como el alcohol no es posible de controlar, se vende en todas partes.

No es muy inteligente usar mariguana, pero prohibirla es todavía menos inteligente.

En realidad podría ser un negocio productivo para el estado y es que según un informe de la Junta de Igualización de California, entidad encargada de la recaudación de impuestos, se prevé un aumento de 40 por ciento en el consumo de llegar a legalizarse.

Entre los principales detractores del proyecto figuran las autoridades del estado que se oponen incluso a su uso para fines medicinales. Según el jefe de policía de Los Ángeles, William J. Bratton, la legalización médica de esta sustancia ha incrementado el número de lugares de dispendio en la ciudad.