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El documental de Christiane Burkhard se estrena hoy

Trazando Aleida, memoria viva de la guerra sucia

Narra la historia de dos hermanos, hijos de integrantes de la Liga Comunista 23 de Septiembre, que fueron separados

Foto
Christiane Burkhard, durante el rodaje
 
Periódico La Jornada
Viernes 8 de mayo de 2009, p. a12

La historia de los Gallangos es emblemática de la guerra sucia, y a la vez, actual. Si bien es la historia de una familia, de dos hermanos, si bien es una mirada íntima, también es la historia de todos nosotros, es una mirada al pasado y el presente de México y a temas pendientes, como la impunidad, la falta de justicia, describió Christiane Burkhard, respecto del documental que dirigió, Trazando Aleida (2007), que se estrena hoy en salas comerciales.

En la cinta, la memoria está viva y dialoga con el presente. Así ocurrió en las proyecciones en Oaxaca, durante la gira de documentales Ambulante: “Tocó una fibra muy especial, porque tenían muy fresco en la memoria lo que había pasado tres años atrás (con el movimiento popular magisterial). Los chavos se me acercaron y dijeron: ‘quizá no sabíamos de la guerra sucia, pero nos consta que hace tres años salimos con mucho miedo a la calle; desaparecieron amigos, hubo levantones’”, contó Burkhard en entrevista con La Jornada.

La cinta (www.trazandoaleida.com), explicó, no está dirigida a las autoridades, sino hacia nosotros, hacia no cerrar los ojos, mantenernos sensibles.

La directora siguió a Aleida Gallangos Vargas durante el proceso de búsqueda de su hermano, Lucio Antonio, de quien fue separada de niña, cuando desaparecieron a sus padres, integrantes de la Liga Comunista 23 de Septiembre. En un asalto a la casa de seguridad, los agentes se quedaron con Lucio y luego lo pusieron en adopción; Aleida terminó con la familia del hermano de un amigo de su padre.

Hoy, Gallangos vive en Washington, para estar más cerca de su hermano, a quien encontró, y lucha por los familiares de desaparecidos políticos: dirige una campaña en Internet en la cual, sobre todo mediante la herramienta de Facebook, promueve búsquedas. Actualmente, contó vía telefónica a La Jornada, lleva ocho casos mexicanos de hijos de desaparecidos nacidos en cautiverio o capturados junto con ellos, cuyas madres fueron desaparecidas, entre ellas María Teresa Torres Ramírez de Mena (embarazada cuando fue detenida, en enero de 1976, en El Aguacatillo, Guerrero), Rebeca Padilla Rivera (detenida en abril de 1976 en el Distrito Federal, con su esposo Edilberto Sánchez y su bebé de un año de edad) y Elvira Armida Miranda Verdugo (militante de la Liga Comunista 23 de Septiembre, detenida en noviembre de 1981 en Hermosillo por agentes de la Dirección Federal de Seguridad). (Mayores informes: [email protected].)

La campaña incluye casos de otros países, como la argentina Clara Petrakos, de quien envió información a Maradona.

Gallangos también trabaja con el centro de derechos humanos Idheas. Nuevamente se están integrando los expedientes de mi familia, porque se supone que la fiscalía lo hizo, pero cuando se disolvió, no se sabe dónde quedaron, explicó Gallangos. La idea es, luego de agotar las instancias nacionales, llevar el caso ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

Trazar de nuevo la identidad

El proyecto de la cinta se inició así: Quería escarbar qué hay de las actitudes o las experiencias de vida de los hijos de los desaparecidos, dijo Burkhard. Comenzó a contactar organizaciones como Comité Eureka e H.I.J.O.S., se comunicó con Aleida Gallangos y tomó la decisión de enfocarse en su caso, en parte, porque “Aleida tenía pocos años de saber quién era, estaba en un proceso de rescribir su historia. Entré más por el tema de la identidad que por el histórico-político de la guerra sucia, por el tema de cómo descifrar qué significa tener que trazarte completamente de nuevo”.

Gallangos fue de las primeras personas que entraron al Archivo General de la Nación (AGN) cuando abrieron los expedientes policiacos, en 2001.

Burkhard la acompañó a Wa-shington a buscar a su hermano y lo filmó con cámara de mano, lo cual, como ella explica, se volvió el estilo de la película, bastante inmediato, íntimo. Allá, en plena época navideña, apareció un hermano postizo, el puertorriqueño Juan Carlos Hernández, y los medios de comunicación jugaron un papel fundamental.

De regreso en México, la cineasta completó el material con viajes, por ejemplo a Guerrero.

La cinta incluye material fotográfico inédito: imágenes del AGN, de los rostros de los detenidos, con señas de tortura o heridos, se presentan por primera vez. Proporcionan, de nuevo, mucha evidencia de la represión, de los encarcelamientos ilegales.

Burkhard opinó que una de las pistas abiertas para seguir investigando es la que sigue Gallangos: ¿qué pasó con los niños cuando los padres fueron desaparecidos?, y ¿qué es de los hijos de las mujeres que estaban embarazadas cuando las desaparecieron? Algunos están organizados en agrupaciones como H.I.J.O.S. y Nacidos en la Tempestad, ellos crecieron con sus abuelos o algún otro familiar, y siempre supieron quiénes eran. Pero también debe haber un número de niños que no saben.

La cinta ya se proyectó en universidades y ha tenido éxito en festivales internacionales de cine en México, como los de Morelia y Guadalajara; en ambos ganó el premio de mejor documental mexicano.

Trazando Aleida (Imcine/Foprocine, Prysma Films, con el apoyo de Renew Media, Centro de Capacitación Cinematográfica y Ambulante/Beca Gucci) se estrena hoy en salas comerciales, con 10 copias. Habrá una corrida en el Distrito Federal y más adelante se proyectará en otras ciudades del país; posteriormente pretenden llevar la película a lugares a los cuales difícilmente llegaría, como Atoyac, Guerrero.