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Reconoce que enfrentará miedo al cambio y defiende a Fox

Ávila Lizárraga buscará cumplir sueños de Mouriño en Campeche
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Mario Alberto Ávila Lizarraga, candidato panista a la gubernatura de Campeche, reconoció que sus principales obstáculos serán la maquinaria priísta y el miedo de la gente al cambioFoto Jorge Rodríguez Cervera
Corresponsal
Periódico La Jornada
Martes 21 de abril de 2009, p. 31

Campeche, Camp., 15 de abril. Con la meta de que el Partido Acción nacional (PAN) gobierne Campeche, como era el sueño del finado ex secretario de Gobernación Juan Camilo Mouriño, el candidato panista a la gubernatura, Mario Alberto Avila Lizárraga, se dice listo para enfrentar la maquinaria electoral de la administración estatal priísta, pero admite que su principal obstáculo es el miedo de la gente al cambio.

–¿Será por la decepción que causó el gobierno del cambio que encabezó Vicente Fox?

–Fox ha sido, por mucho, el mejor presidente de los últimos sexenios. Y no es cuestión de apreciación: hay que checar las estadísticas –sostiene.

Ávila Lizarraga, licenciado en administración de empresas por el Instituto Tecnológico de Campeche, con maestría en gobernabilidad y desarrollo humano por la Universidad de Oberta, en Cataluña, España, recuerda que fue precisamente en la campaña de Vicente Fox cuando Mouriño lo invitó a la política.

Con gesto siempre serio, el ex gerente de una distribuidora de automóviles –hasta que Mouriño lo invitó a ser delegado de la Secretaría de Desarrollo Social, hace siete años– afirma: A Campeche le urge un cambio que le dé un nuevo espíritu .

Como funcionario, dice, recorrió todo el Estado y supo de la pobreza, la marginación y otros problemas de Campeche.

La única forma real para hacer un cambio es que salga el partido gobernante, que ya tiene 80 años en el estado, y que entre un nuevo proyecto, para que los ciudadanos conozcan la forma de gobernar y de hacer política de un nuevo grupo de ciudadanos, que no necesariamente tienen que ser de Acción Nacional, sino una propuesta ciudadana que va a invitar a los mejores hombres y mujeres.

Ávila surgió de un proceso interno en el cual sólo votó 29 por ciento del padrón panista (de 37 mil 500 militantes sólo sufragaron 11 mil 231; de ellos 8 mil 878 lo hicieron por el ex delegado de la Sedeso y mil 817 por el senador Sebastián Calderón Centeno). Asegura que su partido está fortalecido y que el principal obstáculo para ganar es la coacción priísta.

Tenemos un gobierno que en 80 años se ha dedicado más a encarar elecciones que a servir a toda la ciudadanía y que hace todo en términos electorales, no en función de lo que quiere la gente. No están viendo cómo solucionar la vida de cinco familias que habitan en una ranchería del municipio de Candelaria porque electoralmente no les conviene, son 10 votos, sino que están preocupados en ver dónde está la gente y cómo hacer que esas personas sean votos duros para el partido en el poder.

Originario del poblado de Pomuch, municipio de Hecelchakán, Mario Ávila descarta ser el candidato de los ricos y recuerda: Yo no tenía ni para comprar un refresco y luché incansablemente para que las cosas cambiaran. Afortunadamente para mí y mi familia las cosas cambiaron, y estas mismas oportunidades las pueden tener muchísimos campechanos más.

En su casa de campaña, ubicada en un edificio de tres plantas que durante muchos años fue la delegación de la Secretaría de Medio Ambiente y recursos naturales (Semarnat), dice de la familia Mouriño: “Todos son grandes amigos, especialmente Juan Camilo, que me invitó a participar en este proyecto. Yo estaba en la iniciativa privada, y lo conocí bien durante la campaña de Fox.

“No tenía –dice– ninguna intención de ir al gobierno. Lo hice porque quería un cambio desde la sociedad civil; de hecho, en mi primer trabajo, como delegado de la Sedeso, ganaba bastante menos de lo que venía percibiendo en la iniciativa privada.

Tengo una gran estima por la familia Mouriño, por don Carlos Mouriño y Carlos, y en especial por Juan Camilo, que me parecía un joven brillante, como pocos que he conocido. Era un tipo que yo admiraba muchísimo y tuvimos la oportunidad de iniciar un proyecto en Campeche.

–¿Qué son los Mouriño para el PAN?

–Son otro grupo de liderazgos importantes. Fueron muy valientes. Cuando no existía el panismo en Campeche dieron la cara por un partido y por una ideología, y se tuvieron que enfrentar con muchas cosas. Antes hablaban de los panistas casi con desprecio, porque éramos un grupo pequeño que estábamos luchando por un cambio real, y ahora hablan de nosotros como una opción real para gobernar el estado.