México D.F. Viernes 3 de octubre de 2003
Saramago se congratula
Desata polémica la atribución del Nobel a Coetzee
CESAR GÜEMES Y AGENCIAS
A raíz de la designación de John Maxwell Coetzee como premio Nobel de Literatura 2003 se ha generado una polémica. Mientras personajes de las letras, como el también Nobel José Saramago se congratulan por el galardón conferido al prosista sudafricano, el editor sueco de la revista Scrutiny, anuncia que en la próxima entrega de la publicación aparecerá un artículo en el cual demuestra que la obra de Coetzee ''no tiene vida, es tosca, estéril y está salpicada de misoginia".
Por su parte, compañeros y amigos del ex profesor de la Universidad de Ciudad de Cabo rechazaron esa crítica por ser superficial y la relacionaron directamente con la decisión de Coetzee de vivir y escribir en otro país.
''Muchos sudafricanos consideraron su partida como una traición", explicó el profesor Stephen Gray al diario Beeld. Los defensores del novelista apuntan que pedirle a Coetzee no dejar Sudáfrica equivaldría a decir que James Joyce nunca debió abandonar Irlanda o que Salman Rushdie haría bien en permanecer en la India.
El escritor portugués José Saramago, Nobel de Literatura 1998, expresó que Coetzee ''es un gran escritor, a quien tengo en gran estima, tanto en lo personal como en el plano literario".
Saramago conoció al escritor sudafricano en México, durante un encuentro literario. A propósito de los libros de Coetzee, La edad de hierro y Desgracia, señaló que su lectura lo había impresionado por tratarse de ''dos libros duros, porque la realidad sudafricana también es dura y terrible".
No obstante su decisión de salir de su país natal, Coetzee regresó a Sudáfrica en 1971 y trabajó como profesor de inglés en la Universidad de Ciudad del Cabo. Y si bien su actual residencia se encuentra en Australia, el autor de Infancia realiza constantes viajes a Estados Unidos, donde también imparte cátedra.
Distinción a la cultura del Tercer Mundo
El célebre escritor libanés Elias Jurry se mostró inconforme con la designación del nuevo Nobel, pues, explicó, debió haberse premiado al poeta árabe Adonis. Sin embargo, Jurry admitió:
''Coetzee es un gran novelista de Sudáfrica, con una visión y un estilo elegante. Desde luego este premio es un homenaje y un reconocimiento a la cultura del Tercer Mundo y al combate contra la discriminación racial."
El ensayista David Atwell atizó la hoguera al expresar: ''No creo que la mayoría de los sudafricanos sepa quién es Coetzee".
La voz de diversos intelectuales se dirigió esta semana a la Academia Sueca para reclamar que el Nobel de este año debería corresponder a un africano de piel negra, como Ben Okri, de Nigeria, o Nurudinn Farah, de Somalia. Mientras varios expertos en literatura manifestaron en diversos países que ya era momento de que el Nobel recayese en una mujer.
La polémica sobre Coetzee se ha extendido a terrenos no literarios, como las iniciales de su nombre, que son las de John Maxwell, pero que a veces se han interpretado como Marie o Michael, e inclusive hay quien lo llama John Mistery Coetzee. |