La lideresa María Rosete encabezó el cortejo fúnebre de su esposo

Comerciantes exigen castigo para Alejandra Barrios

AGUSTIN SALGADO Y ANGEL BOLAÑOS

El cortejo fúnebre de Jorge Ramírez Espíndola, esposo de la dirigente de comerciantes de Tepito María Rosete, se detuvo en dos ocasiones: la primera en el Eje Uno Norte casi esquina con Aztecas, donde el féretro fue despedido por vendedores semifijos, y la segunda en el Zócalo capitalino, donde unos 500 ambulantes manifestaron su apoyo a la lideresa y exigieron justicia ante las puertas del antiguo Palacio del Ayuntamiento.

"Nosotros no necesitamos el padrinazgo de las autoridades, únicamente queremos justicia. Andrés Manuel (López Obrador), no toleraremos más complicidades de la gente que está en tu administración. No queremos que la Secretaría de Seguridad Pública le siga dando respaldo e impunidad a agrupaciones como la Asociación Cívica, que encabeza la familia Barrios", dijo entre sollozos Rosete, rodeada de sus huestes, de la Unión de Comerciantes Hijos de la Coalición.

El cortejo partió minutos después de las 10 de la mañana de una funeraria ubicada en Tlatelolco. La caravana luctuosa avanzó por Reforma para tomar Eje Uno Norte. En el tramo entre las calles Emilio Carranza y Aztecas hizo un alto. Por unos minutos, los comerciantes aplaudieron y agitaron cartulinas con leyendas como: "Justicia al compañero Jorge", y "Alejandra Barrios, criminal y asesina".

El recorrido prosiguió en el carril de contraflujo de avenida del Trabajo; para entonces, más de 100 automóviles seguían al féretro. En la esquina de Canal del Norte doblaron rumbo a Reforma, para tomar después avenida Juárez, Madero y finalmente el circuito de Plaza de la Constitución. Durante el trayecto elementos de la Secretaría de Seguridad Pública escoltaron a la caravana, e incluso patrullas, grúas y motociclistas adscritos a la delegación Cuauhtémoc cerraron la circulación en las vialidades adyacentes al paso del cortejo.

Ya en el Zócalo, el ataúd fue cargado en hombros por Jorge Ramírez Rosete y otros amigos del difunto. Los comerciantes se acercaron a la puerta del antiguo Palacio del Ayuntamiento con pancartas que decían: "Alejandra Barrios, no compres a las autoridades, compra moral y ética", mientras la lideresa golpeaba la puerta gritando: "šAbran!", mientras su gente coreaba: "šJusticia!, šjusticia!"

"No pararemos hasta que nos hagan justicia. No queremos más muertos, sólo queremos justicia y que Alejandra Barrios y sus hijos sean encarcelados. šAndrés Manuel! Yo sé que tú te encuentras aquí, oye el clamor de toda la gente, aquí está el cadáver de mi esposo, que murió como un héroe. El murió por mí, esa bala era para mí", expresó María Rosete.

Los demás gritaban consignas en contra del jefe de Gobierno, del procurador Bernardo Bátiz y del secretario de Seguridad Pública, Marcelo Ebrard, a quien acusaban de mantener un "compadrazgo" con la dirigente Alejandra Barrios, a la que señalan como responsable directa del enfrentamiento del martes, así como de la muerte de Ramírez Espíndola.

La gente de Rosete acusó a Barrios de ser una extorsionadora "moderna", que cobra sus cuentas por medio del banco. Aseguraron que mediante la cuenta 5100 507958 de Santander Serfín, a nombre de la asociación, cobra a cada agremiado 337 pesos, que multiplicados por alrededor de 5 mil comerciantes le dejan una ganancia neta de un millón 685 mil pesos cada mes.