Prevé
Arzalluz represalias contra la Iglesia por el diferendo Madrid-obispos
vascos
Batasuna, por una ofensiva democrática y popular
en favor de la autodeterminación
Serenidad, solicita el
PSOE a curia y gobierno; la polémica alienta a ETA y entorno, dice
ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL
Madrid, 7 de junio. El portavoz de la Mesa Nacional
de Batasuna, Arnaldo Otegi, pidió al Partido Nacionalista Vasco
(PNV) que aclare si va a acudir a la manifestación contra la ley
de partidos políticos que busca la ilegalización de esa coalición
de izquierda, programada para el 15 de junio en Bilbao.
El presidente del gobierno español, José
María Aznar, recibió como una cubetada de agua fría
el comunicado de la Conferencia Episcopal Española (CEE), en el
que manifestó su apoyo a los sacerdotes católicos vascos
que criticaron la inminente ilegalización de Batasuna, considerado
el brazo político de la organización vasca ETA.
Los obispos de las tres diócesis del País
Vasco, apoyados por la mayoría de los sacerdotes de la región,
emitieron la semana pasada una pastoral en la que advirtieron de las "consecuencias
sombrías" que traería a la región la disolución
de la coalición de la izquierda separatista vasca mediante la nueva
ley de partidos políticos.
Los curas vascos no sólo advirtieron que la medida
significará más crispación y ruptura social en la
región, sino que, a pesar de que condenaron los atentados y la violencia
ejercida por ETA, consideraron que servirá para alejar un futuro
proceso de paz que ponga fin al histórico conflicto en Euskadi.
Esta postura fue tildada por Aznar como una "perversión
moral e intelectual grave", por lo que decidió manifestar su inconformidad
ante el nuncio del Vaticano en España, Manuel Monteiro, quien sin
embargo decidió mantenerse al margen y respetar la soberanía
de las diócesis católicas.
El presidente señaló desde Lisboa que a
pesar de las críticas vertidas por los prelados "el Ejecutivo no
tiene que modificar su posición, ya que está respaldada por
95 por ciento del Congreso de los Diputados", que el miércoles dio
luz verde para que la normativa pase al Senado y sea finalmente re-frendada
por la Cámara para su aprobación definitiva en el próximo
verano.
Consideró que el pronunciamiento de la CEE no "justifica"
ningún cambio en la posición del gobierno contra la postura
de los obispos y, por tanto, siguen considerándolos como personas
que han suscrito un texto "moral e intelectualmente perverso".
Desde las filas socialistas, que apoyan esta iniciativa,
se pidió "serenidad", ya que a su entender esta "polémica
alienta a ETA y a su entorno", y sugirió al presidente Aznar que
"debió haber llamado discretamente a la CEE e incluso a los obispos
vascos para explicarles la razón de fondo de la ley de partidos
políticos".
Advierten contra venganza de Aznar
El líder del PNV, Xabier Arzalluz, consideró
este viernes que a raíz de estas diferencias Madrid tomará
"represalias en materia económica o bien por medio de alguna ley
contra los intereses de la Iglesia", ya que a su entender Aznar pretenderá
"vengarse" de lo que "él considera una ofensa".
El ministro portavoz, Pío Cabanillas, aseguró
que el gobierno no tiene un conflicto con la CEE, y expresó su deseo
de que la Iglesia católica tampoco busque la confrontación
con el Ejecutivo.
Igualmente, aconsejó al episcopado una "reflexión"
pues, dijo, la mayoría de los españoles son partidarios de
la ilegalización de Batasuna.
Otegi, por su parte, pidió al PNV que aclare si
va acudir o no a la manifestación contra la ley de partidos políticos,
tras destacar la necesidad de realizar una "ofensiva democrática,
general y popular" en favor de la autodeterminación y frente a la
contraofensiva del Estado para terminar con el proceso de liberación
nacional y social del pueblo vasco.
Dijo no entender a qué se refiere Arzalluz cuando
afirmó en una entrevista que el inconveniente para que su partido
acuda a la movilización radica en la actuación que va a tener
Batasuna, ya que teme que dicha formación "despliegue sus efectivos,
salga con todos su carteles, su parafernalia, sus gritos a ETA y todo lo
demás".
No obstante, a la ley de partidos políticos propuesta
por Aznar, refrendada por el Partido Socialista Obrero Español,
se han opuesto diversas organizaciones civiles y políticas que sufren
a diario la trágica situación del País Vasco, como
el Consejo de la Juventud, sindicatos y asociaciones pacifistas de diversa
índole, e incluso Amnistía Internacional.
En otro asunto, dos presuntos miembros de ETA sospechosos
de haber asesinado al periodista español José Luis López
de La-calle, en mayo del 2000, fueron inculpados hoy en París por
un juez antiterrorista, y serán enjuiciados por asociación
de malhechores con fines terroristas, infracción de la legislación
sobre armas y posesión de do-cumentación falsa.
Mientras, el gobierno español reclamó a
Francia la extradición del etarra José María Zaldúa,
por su presunta participación en dos asesinatos en 1979 y 1980,
quien fue puesto en libertad el 31 de mayo por razones de procedimiento.