Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Sábado 1 de junio de 2002
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Economía

Araceli Damián presentó el libro Cargando el ajuste...

Con la meta de abatir inflación sólo bajó el crecimiento: experta

La crisis de la deuda también fue responsabilidad de BM y FMI, pero no la asumieron, señala Julio Boltvinik

ISRAEL RODRIGUEZ

La reforma económica no fue capaz de evitar el deterioro grave del ingreso de los hogares, por lo tanto, podría decirse que las políticas del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial (BM), mejor conocidas como el Consenso de Washington, no lograron disminuir la pobreza y la desigualdad del ingreso en México.

Desde el punto de vista de la pobreza por ingreso, la experiencia de las medidas de ajuste que se aplicaron en el país ha sido negativa, por lo que México debería abandonar la meta de abatimiento de la inflación como un objetivo en sí mismo, pues se ha sacrificado crecimiento en aras de la estabilidad de precios.

Estos son algunos de los planteamientos que hace Araceli Damián, autora del libro Cargando el ajuste: los pobres y el mercado de trabajo en México, editado por el Colegio de México y presentado la noche del pasado miércoles en la sede de esta institución.

Julio Boltvinik, columnista de La Jornada y uno de los comentaristas invitados, señaló que este volumen está extensamente documentado con amplio esfuerzo de análisis procesando tres encuestas nacionales de ingreso y gasto de los hogares.

El capítulo uno empieza -dijo- con una visión del ajuste estructural a nivel mundial y sus relaciones con la pobreza. La autora muestra cómo los países del tercer mundo pasaron de proyectos nacionalistas de desarrollo a sumarse a las estrategias simplistas impuestas por los organismos internacionales.

El investigador, galardonado recientemente con el Premio Nacional de Periodismo, señala que la autora adopta en todo el libro una actitud científica y evita afirmaciones tajantes sin prueba. Muestra algo muy poco conocido: cómo en los años 70 los organismos internacionales alentaron a los gobiernos del tercer mundo a pedir préstamos en el extranjero, por lo que la crisis de la deuda fue también su responsabilidad, misma que, por cierto, no asumieron.

En segundo lugar, la autora muestra la forma en que nuestros países han perdido ladamian_libro_m29k pista de lo que nos conviene. Cita: "mientras que el nacionalismo económico ofrecía un conjunto de criterios relativamente transparentes en relación con lo que era el interés nacional, el nuevo orden se ha vuelto oscuro en ese sentido". En tercer lugar, Araceli Damián sostiene que los grados de libertad de los gobiernos en política económica se han reducido muchísimo.

Julio Boltviknik resume que en el capítulo dos del libro se analizan las políticas de ajuste llevadas a cabo en México en el periodo 1984-1992. "También se presenta aquí una primera mirada al principal impacto de dichas políticas en la pobreza. Se analizan políticas específicas como el nivel del gasto social, los subsidios generalizados a la población y su sustitución por apoyos focalizados a los pobres extremos y, sobre todo, la represión salarial que provocó la caída brusca de los ingresos de los asalariados".

El especialista en temas de pobreza hace diversas reflexiones sobre los capítulos III y IV, titulados Pobreza y niveles de vida de en los hogares y Tendencias de la participación en la fuerza de trabajo en México y en la ciudad de México, respectivamente.

En su turno, José Luis Calva, miembro del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, manifestó que el libro de Araceli Damián da cuenta de las recetas de manejo macroeconómico dictadas por el FMI y el BM de corto y mediano plazos, las cuales se encuentran centradas en la estabilización de los precios y en la recomendación de reformas estructurales basadas en la liberalización del comercio exterior, de los mercados financieros y la supresión de las políticas de fomento económico sectorial.

En este paquete de recomendaciones prácticamente hubo una división del trabajo por parte de los dos organismo internacionales. El FMI ha estado más ocupado en las estrategias macroeconómicas de estabilización de manejo monetario y fiscal, en tanto que el BM estaría más ocupado de las reformas llamadas estructurales, como las privatizaciones y la liberalización comercial, aunque ambos organismos se darían la mano para presionar a los gobiernos en las mismas direcciones.

AL y Africa han asumido y aplicado recetas del Consenso de Washington

José Luis Calva menciona que en el libro hay una certera ubicación geográfica de las regiones del planeta que han asumido y aplicado las recetas del Consenso de Washington, y la autora las centra básicamente en América Latina y Africa.

Araceli Damián hace una clara distinción respecto a Asia, donde los países en general no aplicaron estrategias económicas basadas en el Consenso de Washington, sino que, en el caso de los países más exitosos y más parecidos a México, como son Corea del Sur y Taiwan, crearon una industrialización en abierta contraposición a los dictados de los organismos financieron mundiales. Esto es, por una parte aplicando políticas de regulación a su comercio exterior, de intervención gubernamental en el sistema financiero y de fomento industrial.

Estos países han tenido un desempeño económico mucho mejor. "El libro aparece, quizá, con muy buena suerte, porque se publica al principio de 2002, cuando la evaluación académica de los resultados del Consenso de Washington está cobrando un enorme auge en el pensamiento económico internacional.

El investigador de la UNAM comentó que, efectivamente, los países herejes (por no alinearse a los dictados de FMI y BM), por ejemplo del este de Asia y del Pacífico, lograron crecimientos del PIB per cápita de 6.1 por ciento en la década de 1980 a 1990, y de 6 de 1991 a 2000, mientras que en países sometidos al Consenso de Washington, en el caso de América Latina, la tasa de crecimiento del PIB per cápita en los mismos periodos fue de (-) 0.9 por ciento y 1.6.

En su oportunidad, Mónica Gendreau, investigadora de la Universidad Iberoamericana, se centró en algunos aspectos del análisis de la pobreza y los niveles de vida de los hogares. Coincidió en que el libro sirve para formar a los neófitos, porque cita fuentes y sabe orientar.

Para concluir, Ignacio Román, del ITESO, afirmó que el primer punto fundamental del libro es precisamente el tema. En el México actual juega un papel esencial la migración, y sería importante recurrir un poco a las experiencias en países como El Salvador sobre la importancia de sus remesas. En general, concluye que la reducción de ingresos no necesariamente significa aumento en el nivel de pobreza.

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