Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Sábado 1 de junio de 2002
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Política

Ricardo Robles

Tan sólo el silencio

Se reunieron autoridades indígenas de la Sierra Tarahumara en estos días y vinieron indígenas de Nayarit, Jalisco y el Distrito Federal a acompañar el encuentro. En asamblea reflexionaron el mundo. Y al final, entre consensos hondos de sabiduría, cargados de sentido y elocuencia, quedó un silencio. Las palabras que siguen son sólo muestra de lo que dijeron y lo que callaron.

Los rarámuri, rarómari y ódami recordaron lo que han compartido en reuniones anteriores para encauzar así su pensamiento: "la raíz que nos dejaron nuestros antepasados, que no la arranquen, que no la quiten", "autonomía es como vivimos en nuestros lugares, o sea lo que es nuestro, eso hay que defenderlo... es dar fuerza al mundo con nuestras costumbres, tradiciones, y como vamos a defendernos de las injusticias".

Vieron también lo que les da o les quita fuerza a las comunidades. Confirmaron que le dan fuerza la palabra originaria, sus autoridades y sus fiestas rituales, "el yúmare, matachines, la carrera de bola y de ariweta... los consejos de los gobernadores... las fiestas, las convivencias en comunidad, el intercambio de trabajo y las faenas"... Le quitan fuerza, en cambio, el saqueo y las intrusiones. "Sentimos triste, porque el bosque ya no tenemos... proteger del incendio, porque es nuestro respiratorio". "Se están llevando la medicina que nos habían dejado nuestros abuelos, por eso sentimos bastante tristeza, porque los ricos siguen explotando toda clase de recursos que acostumbrábamos antes". "La educación nos quita de nuestra comunidad, pero no a todos". "De fuera, las autoridades civiles quieren mandar más que las autoridades indígenas".

Pidieron luego a los visitantes su visión sobre la realidad nacional, para ver entonces lo que puede ayudarles de ese mundo exterior y cómo les afecta. Les ayuda "conocer de otros pueblos indígenas, cómo se organizan, cómo defienden sus derechos, territorios y recursos naturales. El apoyo de organizaciones que no son del gobierno, como el CNI, el EZLN, la sociedad civil, derechos humanos". "Proyectos productivos, teniendo reuniones para resolver según lo que se solicita". "Hacer reuniones con todos los gobernadores, así como estamos ahora".

De lo que les afecta dijeron: "los proyectos de gobierno, las despensas, los partidos políticos, los maestros, los ingenieros y los piscicultores unidos... proyectos como eso de las cabañas, pues al hacerlo están afectando no a uno sino a todos". "Fertilizantes y otros químicos, cada vez más la tierra va perdiendo su fuerza... el Procampo porque nos divide... cuando todavía no había ese programa vivíamos unidos". "El Tratado de Libre Comercio permite entrar semilla de mala calidad que afecta a nuestros pueblos".

Sobre lo anterior repensaron sus reuniones de autoridades tradicionales y los frutos: "capacitación de las comunidades, juntar a los gobernadores... conocer a nuestro derecho indígena". "Nos fortalecen como pueblo, porque nos reunimos de muchas partes de la sierra y de otros estados". "Nos ha servido mucho para poner en orden la justicia... para que no nos atropellen. También para luchar juntos como hermanos, para no dejar nuestras costumbres y enseñar a los niños". Y terminaron pensando que seguirán en adelante visitando los pueblos, convocando, con reuniones y talleres, en contacto con otros pueblos indios, etcétera. En suma ratificaron su camino, el ya roturado.

Un punto doble se había propuesto desde el primer día. La consulta sobre la ley que ellos trabajaron había sido ignorada. Se hacía necesaria la unidad. Lo dijeron así: "Estuvimos haciendo la consulta hace un año... Fuimos a Chihuahua a ver al grande gobernador pero no nos hizo caso porque él nada más piensa en el dinero. Si estamos unidos, solamente así podremos seguir dando fuerza a lo que es nuestro".

La asamblea adoptó la frase final, la repensó durante tres días, la clarificó, se fortificó. Si los diputados habían prometido una respuesta que no llegó, la asamblea supo que hay actitudes que sólo merecen silencio. La sabia asamblea sabe desde los ancestros que el silencio desautoriza y no otorga, que tiene raíces, que germina a su tiempo. La asamblea reunida no trató el tema de la consulta ignorada ni en la evaluación.

Nos falta saber algo de silencios, aceptar que tal vez digan algo que no percibimos. Los pueblos indios nos van diciendo y probando que son fecundos, creativos, esos silencios que, según se ha dicho lamentablemente, nos dejan en "santa paz".

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