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Próxima secretaría del bienestar // Crece la geografía de la miseria

E

ntre los cambios anunciados por el próximo presidente de México destaca el surgimiento de la secretaría del bienestar, que a partir del primero de diciembre sustituirá a la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) y no sólo de nombre sino de fondo.

Tres décadas atrás se creó el Programa Nacional de Solidaridad (Pronasol) el cual, oficialmente, se iba a enfocar al combate de la pobreza y a mejorar el nivel de bienestar de los mexicanos menos favorecidos (como eufemísticamente en el gobierno denominan a los pobres) y en 1992 se creó la Secretaría de Desarrollo Social, que llegó a sustituir a la Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología, con la finalidad de reforzar el susodicho combate y, desde luego, proyectar políticamente al candidato de Los Pinos, Luis Donaldo Colosio.

El Pronasol fue un sonado fracaso (basta con recorrer Chalco, paupérrimo municipio mexiquense en el que arrancó el programa referido) y la Sedesol una institución con los mejores propósitos, pero con los peores resultados, porque a pesar del multimillonario presupuesto que anualmente se le canaliza, el número de pobres no ha dejado de aumentar, al tiempo que registra descomunales saqueos como el de la llamada estafa maestra, en la que Rosario Robles llevó la batuta.

En tres décadas el programa social estrella cambió varias veces de nombre, pero no de prácticas, de tal suerte que el resultado no tendría por qué ser distinto.

De Solidaridad (Pronasol), con Carlos Salinas de Gortari, pasó a denominarse Progresa, con Ernesto Zedillo; Oportunidades, con Vicente Fox, Felipe Calderón y un tramo de Enrique Peña Nieto, y Prospera a partir de 2014.

Cuando se puso en marcha Solidaridad (2 de diciembre de 1988), Salinas de Gortari afirmó que tal programa social sería el balance moral de la modernización, aunque en los hechos resultó ser totalmente inmoral, porque cinco sexenios al hilo, cuatro nombres distintos y las mismas prácticas, el resultado es terrorífico: en el periodo, el número de mexicanos en pobreza creció en alrededor de 20 millones, y contando.

Al mismo tiempo, el informe más reciente (2016) del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) documenta que 80 por ciento de los mexicanos es socialmente vulnerable, de tal suerte que sólo dos de cada 10 están libres de esa condición.

Y a estas alturas, uno de cada dos mexicanos sobrevive en pobreza, con todo y los multimillonarios recursos presupuestales canalizados al denominado desarrollo social.

¿Cómo estará la realidad?, que hasta el gobierno federal se vio en la penosa necesidad de reconocer (en 2015) que a pesar de los programas de transferencias condicionadas, en 2012 la pobreza de los mexicanos era similar a la de 1992; en 2012, de 600 mil familias que salieron de Oportunidades por haber mejorado sus condiciones de vida, 70 por ciento volvió al programa.

Otro informe del Coneval, igual de terrorífico que el anterior, revela que 75 por ciento de los municipios del país (mil 840 de 2 mil 457) reportó un grado de pobreza de entre 50 y ciento por ciento de sus respectivas poblaciones y, dentro de éstos, 924 (38 por ciento del total) registraron índices de entre 75 y cien por ciento de sus habitantes.

El Centro de Análisis Multidisciplinario de la Universidad Nacional Autónoma de México va más allá y subraya: “el gasto gubernamental en los programas de combate a la pobreza se incrementó en términos absolutos alrededor de cien por ciento entre 1970 y 2012; el gasto total desembolsado ha sido continuo, pero no ha resuelto el problema.

Lejos de ello, millones de mexicanos cayeron en pobreza, y de ellos más de 20 millones se registraron a partir del Pronasol. Entonces, por el bien de la República la futura secretaría delbienestar deberá ser exitosa en el combate a la pobreza y en disminuir al mínimo la enorme geografía nacional de la miseria heredada por el régimen prianista.

Las rebanadas del pastel

El asunto del Tratado de Libre Comercio de América del Norte ya suena al cuento de Pedro y el Lobo, y si de novela rosa se trata ayer el billete verde se vendió entre 18.77 y 18.97.

Twitter: @cafevega