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Suman los impuestos 50 mil mdd y se aplicarán a soya, carne, autos y aviones, anuncia

Responde China con aranceles de 25% a 106 productos de EU

Cualquier intento de ponernos de rodillas con amenazas nunca tendrá éxito, advierte Pekín

Niega Trump en Twitter que se trate de guerra comercial

Prevén funcionarios negociación

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Las noticias sobre la disputa comercial entre las dos potencias más grandes provocaron que los mercados internacionales cayeran, aunque al final de la sesión los índices de Estados Unidos se recuperaron. Las importaciones de soya estadunidense realizadas por China se verán afectadas por los nuevos gravámenes aplicados por PekínFoto Afp
 
Periódico La Jornada
Jueves 5 de abril de 2018, p. 21

Pekín.

Una guerra de aranceles que se agrava entre las dos economías más grandes del mundo reforzó ayer los temores de un conflicto comercial a escala internacional, luego de que China anunció que impondrá aranceles de 25 por ciento a un total de 106 productos estadunidenses por valor de 50 mil millones de dólares.

Apenas 11 horas después de que el gobierno del presidente Donald Trump propuso aranceles de 25 por ciento y por 50 mil millones de dólares a mil 300 productos industriales, tecnológicos, médicos y de transporte de la nación asiática, China presentó su lista con gravámenes sobre las principales importaciones estadunidenses, las cuales incluyen soya, carne, automóviles, aviones y productos químicos, entre otros.

Las noticias sobre la disputa comercial provocaron que los mercados cayeran (aunque al final de la sesión los índices estadunidenses se recuperaron), pero también abrieron el paso a posibles negociaciones.

Estados Unidos indicó el martes que no aplicará los aranceles de inmediato. Las autoridades fiscales chinas tampoco determinaron cuándo entrarán en vigor los nuevos impuestos, indicaron que dependerá de lo que haga el gobierno de Trump sobre los gravámenes a bienes chinos.

Cualquier intento de poner a China de rodillas con amenazas e intimidaciones nunca tendrá éxito. Tampoco lo lograrán esta vez, retó el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Geng Shuang.

Tras el anuncio chino, el presidente estadunidense escribió en su cuenta de Twitter: No estamos en una guerra comercial con China, esa disputa se perdió hace muchos años por los insensatos o incompetentes que representaban a Estados Unidos (...) ¡No podemos dejar que esto continúe!, escribió.

Si bien Trump publicó mensajes desafiantes en la red social, funcionarios de su gobierno afirmaron que existe un margen de maniobra.

El secretario de Comercio de Estados Unidos, Wilbur Ross, expresó que espera que las medidas arancelarias que toman el país norteamericano y China posiblemente lleven a negociaciones sobre los gravámenes, pero sostuvo que no estaba claro si estas charlas se realizarían a finales de mayo o más tarde. No sería sorpresivo para nada si el resultado final de todo esto consiste en cierto tipo de diálogo, resaltó Ross en una entrevista con la cadena CNBC.

El principal asesor económico de Trump, Larry Kudlow, señaló: No creo que sea una guerra comercial. Creo que habrá intensas negociaciones. Cuando se le preguntó si los aranceles estadunidenses podrían no entrar en vigencia y ser una táctica de negociación, contestó: Sí, es posible. Es parte del proceso.

El funcionario calificó los anuncios de ambos países de propuestas de apertura.

Cui Tiankai, embajador de China en Estados Unidos, tuvo una reunión de una hora en el Departamento de Estado en Wa-shington con el secretario en funciones, John Sullivan. Seguimos prefiriendo la negociación, pero se necesitan dos para bailar tango. Veremos qué hará Estados Unidos, resaltó el embajador tras la cita.

Los grandes perdedores

Un análisis de la agencia de noticias Bloomberg señaló que los grandes perdedores ante la imposición de aranceles por estos países son empresas estadunidenses, como el fabricante de aviones Boeing, que es el principal exportador individual a China; Apple, la cual opera importantes bases de producción chinas y que enfrentaría costos más altos o interrupciones en la cadena de suministro.

También se verán afectados las farmacéuticas estadunidenses, así como los fabricantes de vehículos, ya que China planea aplicar aranceles a la mayoría de los vehículos del país norteamericano, incluidos los eléctricos.

En ese caso, Tesla corre un riesgo particular, ya que depende de los vehículos fabricados en Estados Unidos para sus ventas en China, mientras fabricantes como General Motors y Ford Motor también ensamblan en la nación asiática.

Los mercados bursátiles resintieron las tensiones comerciales, la mayoría de los asiáticos y europeos terminaron con pérdidas; el Dow Jones comenzó con una baja de más 300 puntos. Los títulos de Boeing perdieron uno por ciento a 237.44 dólares y fueron los de mayor lastre para el índice, debido a su exposición a China.