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Balance de la Jornada

El brillo de Emre Can y el extravío de la Momia Gómez sintetizan el futbol mexicano

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El seleccionador Juan Carlos Osorio reclama durante el partido por el tercer lugar de la Copa Confederaciones, que México perdió 2-1 ante PortugalFoto Afp
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asta de tundir a Juan Carlos Osorio; el técnico colombiano es sólo el rostro visible de un fracaso al que en este momento no logran maquillar sus alegres números. Detrás, a buen resguardo, figuran los verdaderos culpables. En un segundo plano están Decio de María, hoy titular de la Federación Mexicana de Futbol, como ayer lo fue Justino Compeán. La ineptitud.

En tercer plano, mejor parapetados que nadie, los verdaderos arquitectos del edificio tambaleante y caricaturesco que es el futbol mexicano: los dueños de equipos, con las televisoras del viejo duopolio a la cabeza, cuya única obsesión cuatrienal es llegar a la Copa del Mundo.

Llegar como sea y subir con avidez al tren de la aventura a cuantos patrocinadores sea posible es el propósito primordial. En ese trayecto no pueden faltar cientos de partidos moleros en Estados Unidos, dólares al por mayor, dinero fresco para continuar la borrachera del falso auge que nos marea y ensoberbece en la pequeña Concacaf.

La Copa Confederaciones de Rusia tuvo la virtud de restregarnos nuestra realidad con el efecto de un sonoro bofetón. Alemania y Chile se revelan como el ejemplo a seguir, ¡como si no lo supiéramos! Pero el momento nos hace verlos con ojos nuevos, como quien descubre otra arista a algo largamente contemplado.

Su estructura, su constancia, el mejor aprovechamiento de recursos, sobre todo del humano, son ejemplares. Ni qué decir acerca de la paciencia sabia para pulir un diamante en bruto, hacer la conducción correcta hasta la madurez, que es especialidad alemana.

En 2011 México albergó el Mundial Sub-17 y lo ganó con autoridad; Alemania también participó y, en choque directo, en semifinales, los tricolores se impusieron. Ahí se dio el famoso gol de chilena de Julio Gómez, con la cabeza vendada y que a partir de entonces recibió el apodo de la Momia.

¿Dónde está nuestra Momia?, perdido en la Liga de Ascenso con los Coras de Tepic, ante la falta de oportunidades para los talentos mexicanos. En cambio, en la Confederaciones reapareció un soberbio Emre Can, sobreviviente de aquella selección teutona con serias aspiraciones de alcanzar su plenitud en la próxima Copa del Mundo.

Otra arista: aquel 7-0 que Chile nos asestó hace un año no fue casual, sino nuestra realidad. En el futbol hay lugares comunes, rinconcitos de descanso a los que varios corren cuando todo abruma. Las goleadas son un accidente, dicen los futboleros. Desde luego, no es así.

Y tras esa la goleada que hizo tambalear al seleccionador Osorio, ¿qué hicieron los directivos mexicanos?, emprendieron grotesca estampida en pos de jugadores chilenos, además, se empecinaron en sostener la regla 10/8, hoy 9/9.

El zaguero michoacano Rafael Márquez alzó la voz para criticar los partidos moleros y el criterio de los federativos, que siempre sobreponen el interés económico al deportivo. Hace falta que Rafa hable más seguido desde su ventana de histórico jugador del Tri y como cabeza de la Asociación de Futbolistas.

Ojalá el torneo ruso que terminó el domingo al menos haya servido para la promoción de Néstor Araujo, jugador serio, cumplidor, y para que Guillermo Ochoa ataje en algún club del viejo continente… Sigue nuestro mero mole, la Copa Oro, donde las críticas se hacen humo y los números positivos crecen como espuma.

Oribe Peralta tiene razón en no querer participar en el torneo que empieza el domingo en Estados Unidos. Después que en Rusia el técnico lo tuvo casi todo el tiempo en la banca para dar prioridad a sus europeos consentidos, es como decirle al ídolo del América: mira, éste es tu nivel, la Concacaf.

La adversidad sigue ensañándose con las Chivas, ahora se lesionó su ariete Alan Pulido, quien podría estar fuera cuatro meses y es una baja sensible que complica el panorama del actual campeón. Cruz Azul sigue de compras y celebra la llegada de Édgar Méndez.

El mediocampista español reforzará a La Máquina tras el pago de 5 millones de euros, y todavía el directivo Eduardo de la Torre advirtió que pueden traer a alguien más... En tanto, nuestras Momias, los talentos nacionales, seguirán perdiéndose en el olvido.

Pompilio Páez vela armas para que el seleccionador Osorio retome la senda triunfal. El Tri, defensor de la Copa Oro, arranca actividad el día 9 ante El Salvador. Sabio y calculador, Decio de María acudió al torneo donde la probabilidad de lograr éxito y lucir es mucho mayor.