Directora General: Carmen Lira Saade
Director Fundador: Carlos Payán Velver
Domingo 1 de diciembre de 2013 Num: 978

Portada

Presentación

Bazar de asombros
Hugo Gutiérrez Vega

La poética de
Juan Gelman

Juan Manuel Roca

Festival Internacional
de Teatro Puebla
Héctor Azar

Miguel Ángel Quemain

Las calles, los teatros
Miguel A. Quemain

Puebla, de tradición
teatral novohispana

Miguel A. Quemain entrevista
con Moisés Rosas

Manuel Acuña,
poeta mayor

Marco Antonio Campos

Ibargüengoitia y
el Día del Libro

Ricardo Guzmán Wolffer

Columnas:
A Lápiz
Enrique López Aguilar
Jornada Virtual
Naief Yehya
Artes Visuales
Germaine Gómez Haro
Bemol Sostenido
Alonso Arreola
Paso a Retirarme
Ana García Bergua
Cabezalcubo
Jorge Moch
Jornada de Poesía
Juan Domingo Argüelles
Cinexcusas
Luis Tovar


Directorio
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La Jornada Semanal

 

Alonso Arreola
Twitter: @LabAlonso

Tradición y Nuevas Rolas en Zinacantán, Chiapas

Se llama Alfredo. Tiene once años pero mucha edad. Su piel está manchada por la anemia de tantos y de siempre. La ropa le queda grande. Seguramente es regalada o heredada por sus hermanos, albañiles como el padre según nos cuenta. Los zapatos tampoco le calzan bien. No tiene calcetines. Dudamos que el suéter raído lo proteja del frío que sabe hacer en Zinacantán, Chiapas, a mediados de noviembre. Sentados en la banqueta del Palacio Municipal, platicamos con él tras evadirnos de la conferencia inaugural del Festival de Tradición y Nuevas Rolas 2013, al que felizmente hemos sido invitados.

No habla mucho, Alfredo, pero se nota a gusto. Ríe todo el tiempo, hasta con cinismo:  “Me salí de la escuela hace un mes porque no me gusta”, contesta cuando le preguntamos qué hace allí a esas horas de un martes. “En mi casa no me dicen nada, no les importa”, agrega antes de asegurar que casi no tiene amigos y que lo único que realmente le interesa es el futbol. Algo le decimos a propósito de lo bueno de estudiar para el futuro. Renunciamos pronto. Mejor lo invitamos a que nos escuche en un rato y compartimos su silencio, tan diáfano.

Qué gusto volver a Chiapas. (No conocíamos Zinacantán, lugar hermoso, imponente.) Estamos emocionados por las expectativas que despierta el encuentro que nos congrega y que se extenderá a lo largo de cinco días. A él han sido llamadas quince bandas del sur mexicano, todas compuestas por jóvenes –muchos de ellos indígenas hablantes de otras lenguas– que están efectuando un verdadero cambio en la manera como se mantienen las tradiciones. Apunte los siguientes nombres nuestra lectora, lector dominical, independientemente de que algunos estén en ciernes.


Lumaltok

Ceiba Flava, de Yucatán, hace hip hop maya. Eleven Town’s, de Michoacán, produce jazz y son abajeño purépecha. El rapero de Tlapa, de Guerrero, le entra al rap tuun savi. La NunK Muerta Rebelión de Veracruz apuesta por el rock náhuatl. La Sexta Vocal ofrece ska, reggae y rocksteady zoque, desde la propia Chiapas. Los Winngola vienen de Oaxaca y proponen una mezcla entre la música zapoteca del istmo y el rock. Lumaltok, también de Chiapas, hace blues tzotzil. Del mismo estado son otros tres proyectos: Hektal, Yibel Jme’tik Banamil y Sak Tzevul. Los primeros están dedicados al surf, los otros al rock. De Quintana Roo vienen los de Mayan Poetry. De Jalisco Venado Azul, quienes hacen cumbia wirrárica. Nuk Yinik Prehispánica hacen fusión yokot’an en Tabasco. Primitive Mayan & Blues componen jazz en Campeche. Los de Soma Skanker, finalmente, han llegado de Tlaxcala para tocar ska náhuatl.

Es con ellos con quienes vamos a pasar un par de horas el día de hoy, apenas termine la conferencia de prensa. Lo malo, lo triste, lo desafortunado, es que no podremos quedarnos más días para presenciar lo que juntos harán sobre el tinglado que ya se levanta en la plaza principal. Realmente lo lamentamos, pues sabemos lo difícil que resulta presenciar en vivo una muestra tan significativa de la música popular que se hace lejos de la capital. Reflejo natural de contextos disímbolos y vibrantes, lo suyo es una exploración que cruza sin tiento las fronteras entre el pasado, el presente y el futuro. Como debe ser.

Nos da gusto, empero, hablar con ellos y conocer sus inquietudes y preocupaciones; saber que en los próximos días tendrán talleres con Memo Briseño y siete maestros de la escuela que fundara con apoyo del Gobierno del DF: Del Rock a la Palabra, así como con otras personalidades de la música y los medios nacionales: Roco Pachukote, Betsy Pecanins y María de los Santos Rivera. Nos da gusto notar el apoyo de la comunidad y de su Consejo de Ancianas, quienes participarán en el concierto del último día con un ritual de apertura. Finalmente, nos da gusto notar la presencia de numerosas instituciones federales, estatales y municipales en un evento notable que requiere de mucha difusión en nuestro territorio. Suponemos –esperamos–, que sus sonidos llegaron a buen puerto aquellos días.

Claro, hay que decirlo: casi terminando la presentación vimos a Alfredo sonriendo entre los músicos que nos escuchaban. Cuando guardábamos nuestras cosas para irnos, incluso se subió al escenario sin decir palabra, sonriendo. En sus ojos vimos amistad y duda. Decidimos entonces dedicarle nuestra columna de hoy, hablar de lo que no pudimos escuchar ni conocer en Zinacantán, para pronto y siempre, regresar. Buen domingo. Buena semana. Buenos sonidos.