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Estas mujeres fueron protagonistas absolutas de su época, dice el escritor en Mahahual

La valentía, gran aporte de Tina Modotti, Frida Kahlo y Nahui Ollin: Pino Caccuci
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Pienso que la dudas son más fecundas, porque en la historia no todo es plano, afirmó Pino CaccuciFoto Jorge Caballero
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Periódico La Jornada
Miércoles 20 de febrero de 2013, p. a10

Mahahual, QR, 19 de febrero. En el Festival Internacional Mahahual, Cruzando Fronteras México-Italia, el lunes pasado, el escritor Pino Caccuci ofreció la charla Frida, Tina, Nahui..., en el Zócalo de esta localidad.

Dijo a La Jornada: “Tina Modotti, Frida Kahlo y Nahui Ollin compartieron la época extraordinaria de los años 20 en la ciudad de México. Cuando a mediados de los años 80 comencé a andar tras la huellas de Modotti, con la curiosidad característica del italiano, no entendía por qué estaba totalmente olvidada en mi país; al comenzar a visitar México me di cuenta de que ya había libros, películas, exposiciones, discusiones y peleas sobre la figura de esa mujer.

Al conocerla entré en una época extraordinaria de la que esas mujeres eran protagonistas absolutas. Frida Kahlo era mundialmente famosa, pero poco se sabía en el extranjero de Nahui Ollin, Antonieta Rivas Mercado y Nelly Campobello; Dolores del Río se recordaba por su trayectoria en Hollywood. Sin embargo, mujeres como la fotógrafa italiana habían sido olvidadas en el orbe.

Agrega: En México hay memoria de todas ellas, sobre todo de Tina, lo que me permitió escribir tres libros acerca de ella: una biografía narrativa, una novela y, antes de estos dos, otro sobre mi búsqueda de las huellas de esa artista... Todo esto me permitió descubrir que en Italia, medio siglo antes de que se hablara del feminismo, de los movimientos de liberación de la mujer, de tener oportunidades iguales a las de los hombres, medio siglo antes todo esto ya había pasado en México, nada más que no nos dimos cuenta, no únicamente en Italia, sino en toda Europa.

Muy adelantadas a su tiempo

Caccuci considera: Estas mujeres fueron muy adelantadas para su tiempo, quizá demasiado; algunas pagaron caro ir en contra de la moral de la época. Vivieron en el periodo posrevolucionario, un México más cerrado, aunque en la capital resultó que muchos de sus actos, que hablaban de su libertad sexual, fueron aceptados. Por ejemplo, la homosexualidad era algo muy normal. El primer marido de Nahui Ollin, Manuel Rodríguez Lozano, era bisexual, y al final declaró abiertamente que era homosexual.

A estas mujeres las rodeaban grandes misterios: de Tina Modotti se dice que sabía del asesinato de Julio Antonio Mella; el misterio de la supuesta muerte del hijo de Nahui Ollin y Rodríguez Lozano, que según se contaba falleció durante una pelea de sus padres al caer por la escalera y, por supuesto, las causas del suicidio de Rivas Mercado en Francia.

Pino considera que cuando abordó la historia de Modotti “no era consciente de todo lo que representaba, pero sí me di cuenta de que me acompañaba un grupo de fantasía que me sugería cosas, pues en la actualidad hay muchos libros sobre Modotti y Kahlo, así como algunos de Ollin. Sin embargo, me atraían más las dudas que las certezas; no aceptaba las versiones que había de sus vidas. Era una época de antropófagos. Al finalizar la década de 1920 y comenzar la de 1930, se inicia el canibalismo en el mundo; la guerra civil española surge como ejemplo de la carnicería más cruenta.

Pienso que las dudas son más fecundas, porque en la historia no todo es plano y hay que escarbar; mientras más me adentraba en ese periodo en México más dudas tenía. Había voces en mi cabeza que me decían que tal vez las cosas no fueron así.

Caccuci agrega: Por esa razón la biografía que escribí de Tina nunca acaba. En las rediciones siempre termino incluyendo algo; por ejemplo, descubrí que la fotógrafa tiene varios enamorados en el mundo; algunos me dicen que estoy equivocado en lo que consigno en el libro, otros me han hecho llegar documentos que incluyo en las nuevas ediciones.

Caccuci dice que el mayor aporte de estas mujeres fue su “gran valentía, pues tuvieron el valor de decir que había tradiciones buenas y otras que habría que tirar a la basura, como la de ser consideradas sirvientas del hombre... Definitivamente fueron adelantadas a su tiempo y encontraron en la ciudad de México el ambiente adecuado; en otros países las habrían fusilado. En el gran marasmo que fue el periodo posrevolucionario pudieron demostrar su valor, reclamaron su derecho a ser como deseaban.

El encanto de estas mujeres es la autenticidad con la que se lanzaron a cambiar las cosas; además sembraron semillas que siguen dando frutos, porque hay una conciencia que comienza con ellas y que no se ha podido apagar.