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Moscú amenaza con desarrollar armamentos nucleares ofensivos

Rusia y EU no se ponen de acuerdo sobre el futuro del escudo antimisiles
Corresponsal
Periódico La Jornada
Viernes 10 de junio de 2011, p. 28

Moscú, 9 de junio. La reciente reunión del Consejo Rusia-OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) a nivel de ministros de Defensa, celebrada a mediados de esta semana en Bruselas, puso de relieve la existencia de serias divergencias respecto a los planes de Estados Unidos de instalar una versión revolcada de su mismo escudo antimisiles en Europa.

Se trató del primer encuentro de ese rango en tres años, que se hizo posible desde que, hace seis meses, Rusia y la OTAN se mostraron dispuestos a hablar de un hipotético sistema contra misiles conjunto en Europa.

Pero en lugar de anunciar el más mínimo avance hacia la eventual meta, la reunión terminó con un gesto inequívoco en dirección contraria. El ministro ruso de Defensa, Anatoli Serdiukov, declinó participar en la conferencia de prensa del secretario general de la OTAN, el danés Anders Fogh Rasmussen, y convocó a la misma hora a una rueda alternativa sólo con periodistas rusos.

Serdiukov lamentó que la OTAN no toma en cuenta las preocupaciones de Rusia sobre el escudo antimisiles de Estados Unidos, por lo que resulta hasta ahora imposible ponerse de acuerdo en cuál es el objetivo final de la cooperación, en definir el perfil y la arquitectura de ese escudo.

En una palabra, no hay entendimientos conceptuales en cuestiones de principios, dijo, y advirtió que si fracasan las pláticas Moscú no tendrá más remedio que desarrollar sus armamentos nucleares ofensivos.

Ello significaría salirse del tratado START de desarme nuclear y dar luz verde a una nueva carrera armamentista, posibilidad que más de una vez ha sido esgrimida por los dirigentes del Kremlin.

El secretario de Defensa ruso no pudo conseguir ahora en Bruselas que la alianza atlántica se comprometa por escrito, en un documento jurídicamente vinculante, a ofrecer garantías de que el escudo antimisiles no está dirigido contra Rusia, o al menos no la afecta de manera directa.

La OTAN rechaza ese compromiso y pide a Rusia creerle de palabra que no es su intención atacarlo y que el escudo antimisiles está concebido para neutralizar otro tipo de amenazas, como –dicen– serían cohetes lanzados desde Irán o Corea del Norte.

Rusia propone crear un sistema antimisiles conjunto con mando compartido (en el espacio aéreo ruso, Moscú tendría primacía sobre sus socios europeos y estadunidenses en cuanto al lanzamiento de interceptores; en el espacio europeo, la alianza noratlántica).

La OTAN ofrece establecer dos escudos separados, uno para Rusia y otro para Europa, que tengan desempeño autónomo y sólo proporcionen datos a la contraparte, pero el Kremlin aún no ha recibido detalles de cómo funcionaría el intercambio de información.

Parece cada vez menos factible lograr un acuerdo sobre el escudo antimisiles en Europa para mayo de 2012, cuando está previsto celebrar la próxima cumbre Rusia-OTAN.