México D.F. Domingo 4 de abril de 2004
Radio Insurgente difunde en la selva chiapaneca
programas de discusión política
Sedeso transforma cuartel militar a orillas del Euseba
en elefante blanco
La Secretaría de la Defensa desiste por
ahora de ocupar las grutas de Rancho Nuevo
HERMANN BELLINGHAUSEN ENVIADO
Rio Euseba, Chis., 3 de abril. El edificio que
fue cuartel militar hoy es, dice en sus muros, el Centro para el Desarrollo
de las Comunidades Indígenas y luce tan desierto que da escalofríos.
No se encuentra abandonado, pues evidentemente hay quien limpia y da mantenimiento
a su apariencia, cosa que en la selva voraz tiene su mérito. En
el interior trabajan los delegados de la Secretaría de Desarrollo
Social (Sedeso). Este fantasma de muros blancos suele ser estación
de paso para el comisionado presidencial Luis H. Alvarez o sus enviados,
en sus periplos por las cañadas.
A
pocos metros, el puente sobre el río Euseba, aunque sólido,
no está terminado. En otro momento, ese detalle debió tener
una razón militar; cuatro años después de retirada
esa posición castrense, su inconclusión sugiere un cierto
descuido oficial, si bien revela mayor abandono la escasez de médicos
del Instituto Mexicano del Seguro Social en el elefante blanco nosocomial
de Guadalupe Tepeyac (de acuerdo con versiones de indígenas de la
zona).
Pero, ¿no es también abandono lo declarado
por el comisionado Alvarez a un grupo de legisladores federales, reconociendo
que el conflicto indígena no se resolvería en este sexenio?
La inversión social ha sido abundante, según el gobierno.
También su desencuentro con las comunidades rebeldes.
"Los zapatistas existen", escribió ayer Amado Avendaño
en La foja coleta. "No molestan al gobierno ni piden limosnas. Decidieron
ser como se lo propusieron y están cumpliendo a su gente que apoya
ese sistema de vida al margen del gobierno". Sus juntas de buen gobierno,
afirma, "están funcionando con eficacia". Por eso "los quieren sacar"
con mentiras y provocaciones.
Atrás quedan el privilegiado valle de San Quintín
y la plenitud del río Jataté, en las inmediaciones de Montes
Azules y la laguna de Miramar. Si por algún río de Chiapas
ha corrido la historia del movimiento zapatista es el Jataté, desde
sus tenues orígenes en Altamirano, a su creciente avance por las
cañadas y su conversión en el río Lacantún.
Aparecen las frecuencias de Radio Insurgente, que "desde
algún lugar de las montañas" se dirige a las bases de apoyo
zapatistas y al público en general, con mensajes de tolerancia y
entendimiento, noticieros, críticas al gobierno federal, la militarización
y el neoliberalismo.
Ondas de radio
Entre la selva Lacandona y la frontera, a ritmo de cumbia
y a golpe de corridos clásicos como Juan Charrasqueado, la
Radio Insurgente ya suena a diario dentro de las casas en decenas de comunidades
de la cañada de Las Margaritas, las montañas de La Colmena
y valle San Quintín. Con poca competencia en el solitario cuadrante
de frecuencia modulada en estas latitudes, "la voz de los sin voz" es escuchada
no sólo por las bases zapatistas, sino también por indígenas
de otras organizaciones, transportistas en la ruta, y se dice que dentro
de los cuarteles militares.
Tan es así que más adelante en el camino
un indígena zapatista dirá: "sabemos que están desertando
soldados, porque, creemos, algunos escuchan la Radio Insurgente, en la
que les hablamos 'pelón' y les explicamos su situación".
La estación radiofónica transmite también
cuentos infantiles (y otros no tanto), el correo de voz de la junta de
buen gobierno de La Realidad, canciones de Los Tigres del Norte y Los Jóvenes
Zapatistas del Sur, mensajes de los concejos autónomos, y de un
tiempo a esta parte, programas de discusión política de contenido
didáctico. De manera un tanto accidentada, este enviado pudo escuchar
un talk show entre tres hombres jóvenes sobre el neoliberalismo
y la entrega del país a intereses extranjeros.
"Fox ya no es el presidente de la patria, sino capataz
de la finca, que tiene su patrón. Así como era antes de por
sí", explica una voz inconfundiblemente indígena. "El Ejército
Mexicano se ha convertido en los guardias armados de la finca. O sea, la
policía del patrón neoliberal. Ucha, qué triste.
¿Qué va a pasar cuando ya no existan países, y no
haya frontera con Guatemala?"
Las nuevas "cajas parlantes" de los pueblos mayas son
en FM. Otra voz secunda las reflexiones de su compañero: "Vemos
que los dueños del dinero nos hacen todos sus planes para meter
a los pueblos en la pobreza, dominarlos con la pobreza. Y decimos ¡uta!,
¿qué vamos a hacer? Resulta que se está cambiado el
Presidente, y recibiendo órdenes de otro. Los dueños del
dinero están viendo que lo que le digan a Fox, lo vaya cumpliendo".
Vuelve la primera voz: "el gobierno es el capataz que
recibe instrucciones, y el pueblo somos los mozos. El patrón es
el neoliberalismo. Por eso nadie nos abre los ojos ni la mente a nosotros
lo campesinos. Tenemos que hacerlo por nosotros mismos. Para darnos cuenta".
Y advierte al auditorio: "Así que, hermanos, hermanas, nos van a
chingar".
El tercer hombre abunda sobre el Acuerdo de Libre Comercio
de las Américas, el Plan Puebla-Panamá, la expulsión
de comunidades para quitarles la tierra y el trabajo. Concluye que la política
de dividir a los campesinos y las amenazas de guerra se deben a "esa mamada
asquerosa que es el neoliberalismo".
Esta nota no recoge la amplia descripción del paisaje
neoliberal en términos llanos, mero campesinos, del programa.
Vuelve la música de gusto y de lucha. Más adelante se transmite
"El cuento del Frijolito", dedicado "a los niños zapatistas y no
zapatistas de la selva Lacandona", que refiere las aventuras de un niño
tan diminuto como un frijolito. Los campesinos tojolabales comentan que
otro cuento muy gustado por los escuchas es "El Chómpiras", en voz
del subcomandante Marcos.
Sedena reclama "sus" grutas en Rancho Nuevo
Ahora que la espeleología está de moda,
el periodista Alejandro Ruiz informa que la Secretaría de la Defensa
Nacional (Sedena) emplazó a la Comisión Consultiva de San
Cristóbal de las Casas (Cocotur) a "entregar" la grutas de Rancho
Nuevo a las fuerzas armadas "para entrenamientos militares". El lugar es
uno de los paseos familiares favoritos de los sancristobalenses y de muchos
turistas.
Marcos Santiago, presidente de Cocotur, dijo ayer en una
entrevista radiofónica que Sedena "dio 30 días para dejar
las 4.5 hectáreas que albergan el parque ecológico de Rancho
Nuevo", cerca del cuartel general de la 31 Zona Militar. Más tarde,
voceros del ayuntamiento coleto declararon que Sedena desistía de
momento en su emplazamiento, determinando "dar en comodato las grutas al
ayuntamiento y a las 250 familias que allí viven del turismo". Desde
principios de los años 90 Sedena ocupa Rancho Nuevo, en contra de
las demandas de propiedad de los pobladores tzotziles que trabajaron como
peones acasillados para el anterior propietario.
|