Los precios de la vivienda nueva y en renta se dispararon entre 10 y 7 por ciento, respectivamente, debido a la inflación. El fenómeno de precios al alza se mantendrá al menos hasta fin de año, consideran expertos consultados por La Jornada.

Las presiones inflacionarias no solamente afectan los costos de estos dos ramos, también han retrasado las construcciones de nuevos desarrollos por el elevado costo de algunos insumos primarios para edificar hogares, por tal motivo, el crecimiento del sector vivienda este año podría caer, señalaron.

“Hemos visto que en las operaciones relacionadas con la venta de hogares la tendencia es hacia una subida de precios derivada de la inflación. Es muy probable que haya un gran impacto, al final del año, se calcula entre 10 y 17 por ciento, un impacto muy fuerte que no se había dado desde hace muchos años”, dijo Daniel Narváez, directivo de la plataforma Lamudi.

Detalló que, según cifras oficiales de Sociedad Hipotecaria Federal, en el primer trimestre del año, en la zona metropolitana del valle de México, el valor de la vivienda creció 6.4 por ciento, en Guadalajara y Monterrey 7.9, en Puebla y Tlaxcala, el alza fue de 8.2; mientras en Toluca el aumento fue de 6.2 y en Tijuana de 10.7 por ciento.

“Lo que vemos es que en 17 de los estados del país hubo un incremento en los precios de la vivienda, mientras en 15 los precios fueron menores si lo comparamos con los resultados de hace un año.”

Por su parte, Leonardo González Tejeda, analista en propiedades.com, adelantó que los precios de la vivienda nueva en el país pueden tener un incremento hasta de 20 por ciento.

Al cierre de abril, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reportó que la inflación se ubicó en 7.68 por ciento.

El especialista expuso que los precios de los inmuebles en renta han tenido un alza cercana a la tasa de aumento de precios.

“En el caso de la vivienda en renta el impacto no es tan grande como en la vivienda nueva, pero vemos que el alza de este segmento puede rondar 7 por ciento en lo que resta del año”, puntualizó.

La estabilización de precios no se verá al menos hasta el próximo año, momento en que diversos analistas consideran que la inflación iniciará la tendencia a la baja.

Efecto en insumos

La inflación en el sector de la vivienda no solamente ha mermado en los costos de renta y venta, también en el costo para los insumos que son requeridos para la construcción de casas o edificaciones.

Según Lamudi, existe un rezago en el ritmo de la construcción comparado con la demanda y es posible que haya incrementos en los precios de salida para el siguiente trimestre.

“La inflación en los materiales de la construcción y el aumento en los precios de los terrenos han elevado el costo de las construcciones, por lo que los desarrolladores están evaluando si dicho aumento es cíclico o no, ya que se corre el riesgo de tener que rentar a sobreprecio, si más adelante hay un ajuste en los costos. Al cierre de marzo pasado, la inflación sobre los materiales para la construcción fue de 15.57 por ciento respecto del mismo mes del 2021”, dijo Narváez.

Aclaró que el alza de los insumos para la construcción no es reciente, pues tan solo en diciembre del 2021, los materiales registraron un incremento anual de 17.38 por ciento, “por lo que se prevé que efectivamente el ritmo de crecimiento del sector vivienda no tenga un aumento considerable”.

De hecho, Leonardo González expuso que en meses recientes se ha notado que algunas inmobiliarias han puesto pausa a la construcción de algunos proyectos ya que “el sector de vivienda es para invertir a largo plazo” y se analiza cuál es la situación que se enfrentará en el país.

Crédito sin problemas

El financiamiento a la vivienda aún no se ha visto afectado de forma grave por la inflación, ya que, según información de la Asociación de Bancos de México (ABM) la competencia ha permitido que las tasas de interés de las hipotecas se mantengan estables.

Según la ABM, mientras de marzo de 2021 a igual mes de 2022 la tasa de referencia del Banco de México (BdeM) pasó de 4 a 6.5 por ciento, en los créditos hipotecarios, las tasas promedio pasaron de 8.99 a 9.06 por ciento en el lapso de referencia.

“Las menores afectaciones laborales a los hogares con mayores niveles de ingresos podrían explicar parte del dinamismo observado en esta cartera. No obstante, el actual panorama de mayores tasas de interés podría frenar el dinamismo de la cartera al elevar el costo de los bienes raíces como una alternativa de inversión frente a otros activos. Sin embargo, ante la mejoría en los indicadores de actividad económica y empleo, no se esperaría que la cartera de crédito a la vivienda deje de crecer a mediano plazo”, apuntó un estudio de BBVA.