La caída de 40 por ciento del superávit de la balanza agroalimentaria que reportó México el año pasado se debe a los cambios en el costo de insumos, como los energéticos y el transporte, sostuvo el titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), Víctor Villalobos, quien indicó que hubo un incremento en 2021 de 2.6 por ciento y “ahora crecemos en 1.4 o 1.5 por ciento”.
En 2021 el superávit fue de 7 mil 192 millones de dólares, casi 40 por ciento menos que en 2020, cuando ascendió a 11 mil 958 millones de dólares, lo cual rompió la tendencia creciente de este indicador, indica información de la dependencia.
Ante la importación de maíz amarillo, Villalobos señaló que no ha ido en aumento ya que los datos comparativos de 2021 con 2018 indican que es prácticamente la misma cantidad, pero se busca reducir la dependencia de granos básicos.
En el caso del maíz “estamos con los programas de enfoque social incidiendo en el aumento de la producción por tonelada y superficie. Por ejemplo, con la entrega de fertilizante en forma directa, con lo que se impacta en la producción, de forma paralela se promueve el incremento de rendimiento y el beneficio a nivel de parcela”, indicó durante el anuncio del Congreso Interamericano de Agua, Suelo y Agrobiodiversidad que se realizará en noviembre en Ciudad Obregón.
Rusia-Ucrania, daños
La actual situación entre Rusia y Ucrania afecta los precios de diversas mercancías, ya que Rusia aporta alrededor de 17 por ciento y Ucrania 12 por ciento de las exportaciones de trigo del mundo; además Rusia contribuye con 2.2 por ciento de las exportaciones mundiales de maíz y Ucrania con 16 por ciento, “el lograr mantener las ofertas de bienes de dichos países, está en grave riesgo”, indican las Expectativas agroalimentarias 2022, de la Sader.
El documento indica que en el país se produjeron 268.4 millones de toneladas de alimentos el año pasado, lo cual fue superior en 1.3 por ciento respecto a 2020. Esto fue por una mayor cosecha de granos y oleaginosas, industriales y forrajes. Sin embargo, las frutas y hortalizas tuvieron “limitaciones productivas”, lo cual determinó una cosecha menor respecto a 2020, en 1.1 y 2.7 por ciento, respectivamente.
No obstante, Villalobos agregó que “la nación está preparada para solventar potenciales deficiencias de granos básicos”.