Liverpool. Las potencias económicas del Grupo de los Siete (G-7) exigieron ayer a Rusia disminuir su concentración militar cerca de la frontera con Ucrania, y advirtieron que una invasión tendría “consecuencias masivas” e infligiría un severo dolor económico a Moscú.
Los cancilleres de Estados Unidos, Gran Bretaña, el resto del G-7 y el jefe de asuntos exteriores de la Unión Europea, emitieron un comunicado en el cual se declaran “unidos en nuestra condena hacia el fortalecimiento militar de Rusia y la retórica agresiva hacia Ucrania”.
El G-7 pidió a Rusia que “reduzca la escalada, siga los canales diplomáticos y cumpla sus compromisos internacionales sobre la transparencia de las actividades militares”, y elogió la “moderación” de Ucrania.
“Cualquier uso de la fuerza para cambiar fronteras está estrictamente prohibido por el derecho internacional. Rusia no debe tener ninguna duda de que una mayor agresión militar contra Ucrania tendría consecuencias masivas y un costo severo como respuesta”, señala el comunicado.
El movimiento de armas y tropas de Rusia a la región fronteriza con Ucrania dominó las conversaciones de fin de semana entre los cancilleres del G-7 en Liverpool.
Estados Unidos y sus aliados temen que el despliegue pueda ser precursor de una invasión y han prometido imponer fuertes sanciones a Moscú si eso sucede.
Rusia niega tener planes para atacar Ucrania.
La secretaria británica de Relaciones Exteriores, Liz Truss, anfitriona de la conferencia, afirmó que el G-7, integrado por Japón, Alemania, Francia, Estados Unidos, Gran Bretaña, Italia y Canadá, estaba enviando una “señal poderosa a nuestros adversarios y aliados”.
Estados Unidos y sus socios han restado importancia a las conversaciones sobre una respuesta militar para defender a Ucrania, con esfuerzos centrados en sanciones duras que afectarían a la economía rusa.
Otros temas en la agenda para la reunión en el Museo de Liverpool fueron las demostraciones de fuerza de China en la región del Indopacífico y el maltrecho acuerdo nuclear de Irán.
El G-7 también aseveró que Irán tiene una “última oportunidad” de negociar seriamente para salvar el acuerdo nuclear.
Las negociaciones indirectas entre Irán y Estados Unidos, por mediación de los europeos, se reanudaron en noviembre en Viena para tratar de resucitar el acuerdo de 2015 que supuestamente evitaba que la república islámica pudiera fabricar una bomba atómica.
En tanto, el portavoz del Krem-lin, Dimitri Peskov, lamentó que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se haya creído lo de la supuesta “invasión” de Rusia a Ucrania cuando en realidad no es más que un bulo.
Los países europeos no han ofrecido ninguna propuesta o iniciativa constructiva en medio de los esfuerzos para revivir el acuerdo nuclear de 2015 con Irán, afirmó Ali Bagheri, principal negociador nuclear de Teherán.
Irán parece estarse preparando para un lanzamiento espacial, declaró un experto en imágenes de satélite, de acuerdo con la agencia de noticias Ap.
