Madrid. El canciller austriaco, Sebastian Kurz, anunció ayer su dimisión como jefe del gobierno en medio de la crisis provocada por las acusaciones de corrupción, aunque mantendrá sus aspiraciones políticas pese a la ruptura de la coalición de gobierno que mantenía con Los Verdes.
Su puesto lo ocupará el ministro de Asuntos Exteriores, Alexander Schallenberg, informó Kurz en su breve comparecencia, en la que no se admitieron preguntas.
“Nuestro socio de coalición ha decidido adoptar una postura clara en mi contra”, afirmó Kurz en rueda de prensa televisada. Por ello considera que están en un “callejón sin salida” pese a que “la pandemia no ha terminado aún; la crisis económica apenas acaba de empezar y sería irresponsable una deriva hacia el caos durante meses”.
Por eso anunció su dimisión “anteponiendo los intereses del país a los míos” y haciendo un llamado a la “estabilidad y responsabilidad”.
Kurz señaló que seguirá siendo el líder del Partido Popular Austriaco (ÖVP, por sus siglas en austriaco). Además, planea ejercer como líder de su fracción en el Parlamento, informó RT en su portal.
En cuanto a las acusaciones en su contra, Kurz aseguró que son falsas y prometió aclarar la situación.
El miércoles, las autoridades realizaron registros en la oficina de Kurz y las sedes del Ministerio de Finanzas y del ÖVP. En medio del escándalo, el partido Los Verdes-La Alternativa Verde (que forma parte de una coalición con el ÖVP) manifestó que Kurz ya no podía seguir siendo canciller y solicitó su dimisión como requisito para continuar el trabajo conjunto en el gobierno, publicó RT.
Werner Kogler, vicecanciller del país y líder de Los Verdes-La Alternativa Verde, señaló que su coalición con el ÖVP continuará participando en el gobierno. En cuanto a la decisión de Kurz, la acogió con beneplácito. “Éste es un paso importante y correcto”, agregó Kogler, citado por el diario austriaco Salzburger Nachrichten.
La fiscalía sospecha que Kurz y su círculo cercano desviaron fondos estatales para comprar publicaciones en la prensa favorables a su figura. Los hechos en cuestión presuntamente tuvieron lugar entre los años 2016 y 2018. En mayo de 2019, Kurz fue separado de su cargo junto con todo su gobierno de coalición, formado con el partido de extrema derecha FPÖ, en una destitución histórica tras una moción de censura motivada por las acusaciones de corrupción contra el presidente de los ultraderechistas, Heinz-Christian Strache. Sin embargo, en enero de 2020 Kurz llegó a un acuerdo de coalición con Los Verdes para garantizar su regreso al poder, tras las elecciones parlamentarias celebradas en septiembre de 2019, ganadas por el ÖVP.
