La inflación interanual en agosto fue de 5.59 por ciento, una disminución de 0.22 puntos respecto de la reportada en julio, con lo que hiló cuatro meses a la baja, debido, principalmente, al efecto del tope a los precios del gas doméstico LP, el cual contuvo el incremento de las mercancías, que están resintiendo diversos choques de oferta.
De acuerdo con el reporte del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), que presentó ayer el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la moderación de la inflación en agosto se explicó por la caída mensual de los precios del gas doméstico LP de 14.46 por ciento –una reducción histórica para un octavo mes del año desde que se tiene registro–, del transporte aéreo, 18.21 por ciento, y del pollo, 0.76 por ciento.
El precio promedio del gas LP al consumidor doméstico bajó de 25.97 pesos por kilogramo en julio a 22.22 pesos en agosto, según datos del Inegi.
Por su parte, el incremento de las mercancías de 0.70 por ciento; alimentos, bebidas y tabaco, 0.67 por ciento; mercancías no alimenticias, 0.73 por ciento, y colegiaturas, 0.72 por ciento, generó presión.
La inflación al consumidor acumuló seis meses arriba del nivel máximo de 4 por ciento, que es la meta de estabilidad de precios del Banco de México, cuyo objetivo es de 3 por ciento, con un margen hacia arriba o abajo de un punto porcentual.
Julio Santaella, presidente del Inegi, reveló que el índice de precios de la canasta de consumo mínimo lleva más de un año creciendo por encima de la inflación general; sin embargo, acumuló cuatro descensos mensuales en la variación anual, misma que se situó en 6.39 por ciento en agosto contra 5.59 por ciento del índice general de precios al consumidor.
Subyacente empuja
La inflación subyacente, que excluye de su medición los productos de alta volatilidad de precios como son los energéticos y los agropecuarios, sigue cuesta arriba, pues subió 0.43 por ciento en el octavo mes del año y se situó en 4.78 por ciento anual, la mayor desde diciembre 2017, según datos del Inegi.
Por su parte, la inflación no subyacente, aquella que sí incluye productos de alta volatilidad como los precios agropecuarios y energéticos, descendió 0.52 por ciento en agosto, pero subió 8.14 por ciento anual.
“La inflación general se desaceleró (de 5.81 por ciento en julio a 5.59 por ciento en agosto), favorecida por una base comparativa más elevada que en meses anteriores y también por la regulación aplicada al precio del gas doméstico LP. Sin embargo, las mercancías alimenticias y no alimenticias, afectadas por altos costos de materias primas y disrupciones en cadenas de proveeduría, están siendo disfrazadas por la intervención del gobierno federal en el gas”, aseguró Alejandro Saldaña, subdirector de Análisis Económico de Ve por Más.
Esperan alza de tasas
Dada la magnitud de los choques de oferta, Saldaña prevé que la inflación al cierre del año se ubique en 6.2 por ciento y que se mantenga arriba de 5 por ciento hasta finales del primer trimestre de 2022, por lo que el Banco de México incrementará, adicionalmente, la tasa objetivo antes de que termine el año.
Para septiembre, los encuestados por Citibanamex esperan que aumente la inflación general anual, ya que la tasa mensual estimada por el consenso es de 0.33 por ciento, lo que implicaría una tasa de 5.69 por ciento anual.
