La Habana. El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, reafirmó ayer la vocación medioambientalista del país y el compromiso de salvaguardar los recursos naturales y la biodiversidad del archipiélago, a propósito del Día Mundial del Medio Ambiente.
En su cuenta oficial en la red social Twitter, el mandatario recordó que la Constitución de la nación garantiza en su artículo 75 el derecho de todas las personas a disfrutar de un medio ambiente sano y equilibrado. El deber del Ejecutivo es contribuir a ello, agregó.
“Restauremos ecosistemas, plantemos árboles, apostemos por ciudades más verdes y limpiemos ríos y costas. Debemos hacer las paces con la naturaleza”, escribió además.
Díaz-Canel recordó las palabras del líder histórico de la Revolución, Fidel Castro, cuando proclamó: “Páguese la deuda ecológica y no la deuda externa”.
De acuerdo con el portal web de la Organización de Naciones Unidas, la aparición del Covid-19 también demostró desastrosas consecuencias para la pérdida de ecosistemas.
“Al reducir el área de hábitat natural para los animales, hemos creado las condiciones ideales para que los patógenos, incluidos los coronavirus, se propaguen”, asevera el organismo multilateral.
Ante este gran problema, el Día Mundial del Medio Ambiente se centra en la restauración de ecosistemas con el lema “Reimagina, recrea, restaura”.
Restaurar los ecosistemas significa prevenir, detener y revertir este daño, pasar de explotar la naturaleza a curarla.
Cuba plantó cientos de árboles en La Habana ayer luego de meses de denuncias por episodios de tala indiscriminada en el país.
“Este tiempo de pandemia, este tiempo de encierro ha permitido concientizar a la gente en la importancia de tener espacios verdes, en la importancia de tener un área en la ciudad con la que conectar con la naturaleza”, aseveró Larissa Castillo, directora de Agricultura y Paisajismo del Jardín Botánico Nacional de Cuba.
Castillo, quien participó en la siembra de árboles en un parque capitalino, dijo que “La Habana necesita un millón de árboles. Hoy estamos sembrando entre 300 y 500 en toda la ciudad y parece poco, pero es realmente importante”.
La plantación de árboles acaparó este año la atención en la isla después del impulso dado por el activismo ciudadano contra la poda y tala sin remplazo en barrios céntricos de La Habana, donde se ha criticado el manejo desorganizado del arbolado.
“Estábamos muy preocupados por ver que se talaba tanto y que la siembra no estaba a la medida (y había) cada vez más calles vacías”, dijo Alexandra Lleonart, creadora del grupo de activismo ambientalista Habana Verde.