Tras la contratación del técnico Craig Harrington, acusado en el club de Utah de abusos verbales y comentarios sexistas a jugadoras, el América “manda un mensaje potente que demuestra desinterés hacia las mujeres”, al tiempo que evade “la intención de crear espacios libres de violencia”, dijo Claudia Pedraza, especialista en temas de género y deporte e investigadora de la Universidad La Salle.
“Si bien una persona se puede capacitar y sensibilizar, es desafortunado que el club más mediático de la Liga no haya hecho un análisis al contratar un técnico cuando pudo buscar a alguien con mejor perfil y palmarés, porque estas acusaciones deben ser consideradas”, apuntó la especialista.
Después de la salida de Leonardo Cuéllar a mitad del torneo pasado, el club América anunció el viernes la contratación del técnico inglés Harrington, quien dirigió al club estadunidense Utah Royals, con el cual consiguió un empate, una victoria y tres derrotas, además fue auxiliar en el Chicago Reds Stars.
El entrenador llega envuelto en la polémica tras ser acusado por malos tratos a las jugadoras, de acuerdo con el diario The Real Salt Lake Tribune. “Dos fuentes con conocimiento de la situación y quienes no estaban autorizadas a hablar públicamente, dijeron que Harrington fue suspendido luego de que las futbolistas se quejaron de abusos verbales”, publicó el rotativo.
Poco después, el timonel pidió licencia para ausentarse del equipo y más tarde fue destituido tras una investigación interna. La controversia comenzó cuando los entonces directivos del club de Utah Dell Loy Hansen y Andy Carroll también fueron señalados por hacer comentarios racistas y sexistas.
“No es un entrenador que traiga un gran palmarés, incluso podrá ser el mejor, pero ante ese tipo de acusaciones no hay excusa. Al menos debieron ser un foco rojo las imputaciones que existen contra el técnico”, indicó Pedraza.
“Nos olvidamos de la dinámica de silenciamiento al interior de los clubes de futbol cuando alguna figura varonil es señalada de agresiones, tan sólo recordemos los casos de Renato Ibarra (América), Marco García (Pumas) y Ricardo La Volpe (Chivas). Hay pactos de silencio y también se ha normalizado que los tratos abusivos te curten, pero tampoco debe ser así la enseñanza.”
Destacó que el América “pareciera dar pasos hacia atrás”, lue-go de que en marzo pasado anunció un acuerdo con la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres para realizar talleres de sensibilización y perspectiva de género.
“Las decisiones de los clubes no necesariamente las toman las personas involucradas en el futbol femenil, hay cabezas que no se pueden saltar, pero la contratación de Harrington es innecesaria, el América puede traer a alguien con mejor historial”, sostuvo.
