Suspendidos en el aire quedaron por algunos minutos el penúltimo y último de los vagones que cayeron al desplomarse la estructura metálica de la Línea 12 del Metro, ubicada en la interestación Olivos-Tezonco, después de que fueron sujetados con cadenas y cables de acero de las plumas telescópicas de dos grúas para ser retirados de la zona cero y evitar accidentes colaterales.

Las maniobras de las dos grúas particulares y especialistas del Metro concluyeron cuando los carros siniestrados fueron colocados en la plataformas de tráileres y trasladados a los talleres de Tláhuac.

Las labores de los operadores de las grúas con personal especializado que se coordinaban a través de radio provocaron por momentos que se aglomeraran vecinos de la zona, transeúntes y asistentes a una tienda de autoservicio que levantaban sus brazos para grabar con sus celulares el retiro –en dos momentos distintos a las 9 de la mañana y a las 13:15 horas– de los vagones, cada uno con una longitud de 20 metros y 2.80 metros de ancho.

Desde la madrugada de ayer más de 700 elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional y de la Guardia Nacional aseguraron la zona cero, colocaron vallas de popotillo en la avenida Tláhuac y replegaron a las personas como medida de seguridad para evitar incidentes, con el apoyo de policías capitalinos que resguardaron los accesos y realizaron cortes al tránsito vehicular a la altura del panteón civil de San Lorenzo Tezonco y en las inmediaciones del acceso de la estación Olivos.

Alrededor de las 18 horas, la jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, llegó por segunda vez al lugar para supervisar las labores; por la noche se permitió el tránsito de los camiones que dan servicio provisional de Tláhuac a Mixcoac.

En el día que habitantes de Tláhuac definieron de “mucha tristeza”, llegaron el líder del PAN, Andrés Atayde, y los diputados Christian von Roehrich y Federico Döring para exigir la renuncia de la directora del Metro, Florencia Serranía, y una comisión especial para deslindar responsabilidades.

La mamá del niño Giovanni reclamó a los panistas que nadie ayudaba a encontrar a su hijo, que por la noche halló sin vida.