Madrid. El secretario general del Frente Polisario, Brahim Gali, reclamó ayer a la Organización de Naciones Unidas (ONU) que interceda ante la “ola de represión” atribuida a las autoridades de Marruecos, a las que acusó de cometer “persistentes y sistemáticas violaciones de derechos humanos”.
El presidente de la autoproclamada República Árabe Saharaui Democrática (RASD) expresó su “enérgica condena” por los abusos, en una carta al secretario general de la ONU, Antonio Guterres, y a la presidencia de turno del Consejo de Seguridad, al señalar que compete a este último órgano “proteger a los civiles saharauis y velar por su integridad física y moral”.
Vergonzoso silencio
Lamentó el “vergonzoso silencio” de Naciones Unidas frente al comportamiento de Marruecos, que, aseguró, actúa con “brutalidad” contra “ciudadanos indefensos”. “No podemos permanecer de brazos cruzados”, advirtió Gali, quien señaló que el Polisario se reserva el derecho a responder a futuros ataques.
Insistió en que Rabat rompió el alto el fuego suscrito por las partes en 1991 y, por tanto, “ha impuesto la reanudación” de la "legítima lucha armada", en alusión a la escalada de tensiones tras el desalojo efectuado en noviembre en el paso de Guerguerat.
Entre los últimos abusos de la ocupación marroquí, el líder de la RASD citó la agresión a la activista saharaui Sultana Khaya y a su hermana y la detención de activistas en El Aaiún.