El Consejo Coordinador Empresarial (CCE) planteó a la Cámara de Diputados que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) se quede solo con las áreas donde es rentable: transmisión, distribución y como suministrador de servicios, y que las empresas privadas se hagan cargo de la generación de electricidad donde, argumentó, la empresa del Estado presenta pérdidas.
En una reunión privada, el presidente del CCE, Carlos Salazar Lomelín, presentó un documento a la Junta de Coordinación Política, donde afirma que dar prioridad al despacho de electricidad que genera la CFE –como plantea la iniciativa presidencial– incrementaría el costo de abastecimiento del suministro básico por 15 mil 826 millones de dólares entre 2022 y 2026, además de que “las implicaciones legales representarían costosas demandas”.
Además propuso “explorar nuevos esquemas de inversión privada junto con CFE”, pero ayer mismo la Junta de Coordinación confirmó que la reforma a la Ley de la Industria Eléctrica propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador se aprobará en la sesión del 23 de febrero.
En respuesta a la postura del CCE, el presidente de la junta, Ignacio Mier Velazco, refutó que sus cifras son incorrectas y cuestionó el discurso maniqueo de los empresarios, a quienes llamó a conducirse con la verdad.
“No se confundan. No queremos atentar (contra empresas privadas), queremos libre competencia, como establece la Constitución. En la reforma de 2013 hubo mano negra para regularizar el fraude a la ley de 1992, que se acrecentó en 2000, con el gobierno de Fox”, señaló.
Según Salazar Lomelín, que presentó un documento de nueve páginas, planteó a los legisladores: “fortalezcamos a la CFE en las actividades en las que es rentable y en las que tiene exclusividad. La nación requiere competencia en generación de energía eléctrica. Si hay sobreoferta, ¡qué bueno! Dejemos que los privados, que ya han invertido más de 44 mil millones de dólares en la generación, bajen el costo de la electricidad”.
Los cálculos que presentó el empresariado señalan que la CFE sí es rentable en transmisión, distribución y como suministradora de servicios básicos, donde, según sus números, generó ganancias por 45 mil 19 millones de pesos, no así en generación de electricidad donde las pérdidas –argumentó– son de alrededor de 10 mil 879 millones.
La cúpula empresarial afirmó que “el orden de despacho propuesto en la iniciativa se aleja de la forma de operar en los sistemas eficientes del mundo que pretende beneficiar a los usuarios”.
Según sus cuentas, el incremento en el costo de la electricidad implicaría un promedio de 63 mil 300 millones de pesos por año, 17 por ciento más. Esto es, afirmó, “la iniciativa subordina el interés de los usuarios al beneficio económico de la CFE”.
También argumentó que la iniciativa “viola el T-MEC y el Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico en los rubros de servicios e inversiones, vulnera la ratificación del tratado renegociado con la Unión Europea por su capítulo de inversión y diversos acuerdos de promoción y protección recíproca de inversiones”.
