Recién nos desayunamos con la noticia de que Manuel Negrete Arias se registró como candidato a algo por Morena en la Ciudad de México. Si, como acostumbra Mario Delgado, se ignora por completo el artículo 6 bis de los estatutos de Morena, es un hecho que tendremos al ex futbolista de legislador.
Manuel Negrete, a quien recordamos por sus patadas hace 35 años y por su violencia ayer y hoy, por sus nexos con las peores mafias políticas de la Ciudad de México, ahora pretende treparse. Escribió el diputado local de Morena Ricardo Ruiz Suárez: “En Coyoacán es unánime el rechazo a las oscuras intenciones de incorporarse a nuestro movimiento, tenemos claro que su única finalidad es dañar nuestro proyecto en la ciudad y en el país, lo han intentado desde fuera y ahora pretenden hacerlo desde el interior. Nuestros documentos básicos y la convocatoria son claros cuando dicen que no se debe otorgar el registro por violaciones graves a las reglas establecidas en nuestro estatuto, entre ellas la comisión de actos de violencia y esta dupla [Manuel Negrete y Mauricio Toledo] ha ido mas allá de la violencia. También se debe considerar que Negrete no es militante de Morena, no participó en la formación de nuestro movimiento, nunca ha impulsado las demandas y principios de la Cuarta Transformación, por el contrario, como hemos señalado, su participación sólo ha sido con la mafia que Mauricio Toledo dirige en Coyoacán”.
La compañera Griselda de Fuentes fue más clara: “Exijo que se anule la solicitud de Manuel Negrete de participar en la selección de candidatos a la diputación federal de Coyoacán, por violentar los requisitos establecidos en la propia convocatoria y, por el contrario, que se inicie un proceso de judicialización a su administración en la alcaldía de Coyoacán por corrupción”.
Luego, vimos a Mario Delgado dándole la bienvenida a Morena, sonriente y feliz, a Julio César Moreno. De verdad, ¿Julio César Moreno? Al lado de Mauricio Toledo, en 2018 Moreno brilló por la violencia de sus acciones y las de sus seguidores y por una violencia de lenguaje contra el entonces candidato de Morena, equivalente a la que hoy maneja Frena (https://bit.ly/3omI5Tb).
Después, lo vemos realizar una “exitosa” gestión de alianzas: le da vida al partido de Elba Esther Gordillo en el estado de México y, más grave, al partido de las cuatro mentiras en Chiapas: nos enteramos que Jesús Oropeza Nájera, ex presidente municipal de Ocosingo por el Verde se postula como candidato a diputado por la alianza de su “partido” con Morena. Sus tropelías son tan abundantes que no caben en un artículo, pero salen de inmediato en cualquier búsqueda en Google: lo menos que puede señalarse es su complicidad con la contrainsurgencia antizapatista. Pero él sólo es un ejemplo de las candidaturas que predominaran en aquel estado, como precio de la alianza con el Verde gestionada por Mario Delgado a espaldas, contra la opinión de la militancia de Morena. Al parecer, medrarán personajes como Óscar Aguilar, Edwin herrera, Iván Ríos y otros.
Y terminamos en Zacatecas, donde en viaje con mi amigo Roberto Ramírez Carrillo para entregar parte de mi biblioteca particular a las bibliotecas públicas de Jerez y Juan Aldama, escuché parte de un programa de la radio pública de aquel estado donde un oficioso vocero priísta entrevistaba a los suspirantes a diputados, recién llegados a Morena de PRI y PRD. Al día siguiente, justo cunado el tribunal electoral daba entrada a las impugnaciones a la candidatura de David Monreal, Delgado no sólo le dio espaldarazo personal, sino que insultó de manera desvergonzada y soez a los mejores cuadros de la izquierda en aquel estado, y a la dirigencia estatal, esa sí, electa por la militancia en el Congreso que marca el estatuto (https://bit.ly/3iNI8Xd).
Y eso es sólo el más visible de los arreglos de Mario Delgado para perredizar si no Morena, sí, al menos, la bancada del partido en la próxima legislatura. A él y a sus amigos hay que recordarles el ya mencionado artículo 6 bis del estatuto (que durante su asalto a la presidencia del Comité Ejecutivo Nacional, Delgado demostró que no conocía): “La trayectoria, los atributos ético-políticos y la antigüedad en la lucha por causas sociales, en relación con lo establecido en los incisos A al H del artículo anterior serán vinculantes y valorados para quien aspire a ser candidato a un cargo interno o de elección popular”.
Con esto cierra la crítica y me sumaré a aquellos candidatos que cumplan con esa exigencia del estatuto, para fortalecer la política transformadora de la 4T y las fortalezas de Morena señaladas en mi anterior artículo.
Twitter: @HistoriaPedro
