El Inegi divulgó los resultados del Censo de Población y Vivienda 2020, y el primer elemento a destacar es que a mediados de ese año (cuando se realizó el conteo) México contaba con poco más de 126 millones de habitantes, un alza cercana a 12.2 por ciento respecto de la evaluación realizada en 2010, o si se prefiere, alrededor de 13.7 millones de mexicanos adicionales, y algo así como 25 millones más si la comparación se hace con 2000. Con el conteo más reciente, a escala global México se ubica en la posición 11 en número de habitantes, mientras en el detalle, cinco entidades de la República (estado de México, CDMX, Jalisco, Veracruz y Puebla) concentran casi 40 por ciento de la población nacional.
Otro elemento aportado por el censo es que 51.2 por ciento de la población nacional está compuesto por mujeres y 48.8 por ciento restante por hombres. En cuanto a edad, el Inegi explica que durante la última década se registró la “desaceleración” en el crecimiento de la población (1.2 por ciento), al tiempo que ésta también ha envejecido. Mientras en 2000 la edad media de los mexicanos era de 22 años, en 2020 fue de 29. También se redujo la natalidad. En 2000 el promedio de hijas e hijos nacidos vivos de las mujeres de 12 años y más era de 2.6; en 2010 de 2.3 y en 2020 de 2.1 ( La Jornada, Dora Villanueva).
El Inegi también dio cuenta de que en 2020 el número de hablantes de alguna lengua indígena ascendió a 7 millones 364 mil personas, 6.1 por ciento de la población total. Además, por primera ocasión se consultó por quienes se autorreconocen como afromexicanos o afrodescendientes. En total, 2 millones 576 mil personas entraron en este grupo, lo que equivale a 2 por ciento de la población de México. Se identificaron 35 millones 219 mil viviendas en el país y se reportó la existencia de 5 mil 700 personas en situación de calle. ( ídem).
Esa es la información del censo, que se realizó en medio de una situación por demás delicada, dado el avance de la pandemia. De hecho, el Inegi explicó que no fue posible el conteo en 0.1 por ciento de las viviendas del país, al tiempo que se reportaron alrededor de 500 “incidentes, entre ataques de animales y accidentes automovilísticos; a la par, se presentaron mil 300 denuncias por el robo de los dispositivos de cómputo móvil a los entrevistadores”.
Pues bien, ahí están los datos, los cuales, de entrada, permiten documentar que a mayor número de mexicanos, más indicadores de pobreza; es decir, en las últimas dos décadas la mayoría de casi 25 millones de personas que se sumaron a la contabilidad poblacional parecieron condenados a sobrevivir en condiciones sociales lamentables, dado que la proporción de mexicanos en pobreza por ingreso creció de 53.6 por ciento en 2000 a 61.3 por ciento en 2018 (última información del Coneval, que, se espera, actualice a mediados del presente año).
Lo anterior se traduce en que, al menos en las últimas dos décadas el régimen neoliberal solo reportó (como en el par anterior) dos resultados concretos para México: feroz concentración del ingreso y la riqueza de un grupúsculo de “amigos” de los tres gobiernos que se sucedieron en el periodo (Fox, Calderón y Peña Nieto) y brutal subida de la pobreza en el país. De hecho, la información del Coneval revela que a estas alturas (2018) sólo 20 por ciento de los mexicanos “no es pobre ni socialmente vulnerable”; esto es, en la situación contraria estarían alrededor de 101 millones de personas (desde una sola carencia a todas ellas).
Entonces, urge romper el círculo –en apariencia perpetuo– de que a mayor población corresponde mayor pobreza.
Las rebanadas del pastel
Para reforzar el inventario de vacunas, el presidente Andrés Manuel López Obrador informó que tras conversar con Vladimir Putin el gobierno ruso está por enviar 24 millones de dosis de Sputnik V. Ya podrá estar tranquila la repugnante derecha autóctona y su sarta de sandeces, porque en los meses por venir crecerá el inventario de comunistas en el país… Ánimo, Andrés Manuel, pronta recuperación, que te esperan unos tamales de chipilín.
