En el contexto de la Jornada Mundial por la Paz, que realiza la Iglesia católica cada primero de enero, Franco Coppola, nuncio apostólico en México, resaltó el valor de la “cultura del cuidado”, como camino a la paz, sobre todo en medio de la pandemia.
Al oficiar misa en la Basílica de Guadalupe, reconoció a los que se han volcado al cuidado de otros durante la pandemia por Covid-19, sobre todo el personal médico, pero también, a los empresarios que disminuyeron sus ganancias con tal de conservar los puestos de trabajo.
Tras reconocer los esfuerzos por salvar la economía, los empleos y sobretodo vidas, lamentó que al mismo tiempo se considere derecho humano “matar niños inocentes”, aparentemente en relación al aborto, aunque no lo mencionó.
“Lo esencial del cuidado es la promoción de la dignidad de toda persona humana, la solidaridad con los pobres y los indefensos, la preocupación por el bien común y la salvaguardia de la creación”.
“La cultura del cuidado como compromiso común solidario y participativo para proteger y promover la dignidad y el bien de todos como una disposición al cuidado, a la atención, a la compasión, a la reconciliación y a la recuperación, al respeto es un camino privilegiado para construir la paz”.
Algo muy necesario en una época como la actual, “dominada por la cultura del descarte. Frente al agravamiento de las desigualdades dentro de las naciones y entre ellas. Una época en la cual en lugar de preocuparnos del bien de todos, se trata de subrayar el bien individual, el bien mío. Una época en la cual se llega a la pretensión ciega de considerar derecho humano matar a niños inocentes e indefensos”.
Por ello considero que “esta época necesita un cambio radical, una verdadera revolución”.