Del billete al bit: la revolución silenciosa del contactless

Domingo 21 de septiembre de 2025, p. 18
Toda Latinoamérica vive un momento en el que la economía se digitaliza. Cada día es más común llegar a algún comercio o encontrar a vendedores en la calle que acepte pagos con tarjeta, de hecho, en diversos países de la región ya ni siquiera hay que insertar un plástico a una terminal punto de venta, todo es por medio de la tecnología sin contacto (contactless).
El uso de efectivo en varios países hispanohablantes es cada vez menor, los viajeros poco a poco se preocupan menos por cambiar divisas al llegar a un nuevo destino y los locales, en algunos casos, hasta ven de forma extraña al turista si reciben un billete o monedas a la hora de efectuar un pago.
La excepción es el caso de México, donde más de 80 por ciento de los pagos de baja cuantía (menores a 500 pesos) todavía se realizan con dinero físico, de acuerdo con cifras oficiales, pero desde el sector público y privado se lanzan diversas iniciativas para incentivar los medios digitales, como puede ser la tecnología contactless o los pagos con QR.
Mientras en países como Perú, Chile y Colombia más de 90 por ciento de los pagos se hacen por medio de la tecnología sin contacto, en nuestra nación la penetración es menor a 30 por ciento.
En ese contexto, el nuevo presidente de la Asociación de Bancos de México (ABM), Emilio Romano, anunció que durante su gestión al frente del organismo buscará reducir en gran escala los pagos de baja cuantía con dinero en efectivo, dando herramientas a los negocios para que acepten pagos con tarjeta o por canales como CoDi o DiMo.
El caso de Colombia
Barranquilla, ciudad costera de Colombia, es un ejemplo de cómo sí es posible digitalizar la economía por medio de los pagos.
A las orillas del río Magdalena, un malecón lleno de comercios y alegría acepta a locales y turistas con los brazos abiertos, se venden platillos típicos como mondongo o asado, y a las afueras de los negocios hay mesas para que cualquiera pueda disfrutar una bebida.
El común denominador de estos comercios es que todos aceptan pagos con tarjeta, no hay uno que no lo haga, y las transacciones se hacen por medio de la tecnología sin contacto.
“Aquí casi nadie paga con dinero normal, billetes, casi todo es por tarjetas, es más fácil, acercan su tarjeta y punto”, dice Óscar, mesero de 19 años que trabaja en el restaurante Cucayo, en Caimán del Río.
Unos 500 metros más adelante se encuentra otro punto para comer, bailar y gozar: Los Manglares del Río, en donde nuevamente, todos los comercios aceptan pagos con tarjeta, como es el caso del comercio Palenque, que vende comida típica, agua y cervezas.
Ahí atiende Miguel, quien explica: “Acá todo es con tarjeta, bueno casi todo, nunca falta el despistado que trae los billetes, pero es poca esa gente”.
Esta práctica no sólo se da en los comercios: en las calles de Barranquilla taxistas y choferes que ofrecen sus servicios de forma particular cuentan con terminales de pago para que cualquier persona que no traiga efectivo saque su tarjeta y pueda liquidar el viaje.
“Esto es normal aquí, todos traemos nuestro agregador para que el turista o el local pueda pagar de cualquier forma. Es muy poca, de hecho, la gente que inserta su tarjeta, todo es sin contacto, más fácil para nosotros y para los que nos contratan”, dice Oswaldo, que conduce una camioneta Honda y cuya zona de operación es Riomar.
Sin contacto en otros países
De acuerdo con información de Visa, la firma procesadora global de pagos, hasta junio de este año, en América Latina y el Caribe, 75 por ciento de las transacciones se hacen por medio de la tecnología contactless y hay más de 30 naciones donde la penetración supera 50 por ciento de los pagos totales.
Según Visa, Perú y Chile lideran la adopción de los pagos digitales respecto al total de las transacciones, con tasas de 95 y 96 por ciento, respectivamente.
En Argentina, 86 por ciento de las transacciones se hacen con esta tecnología, en Colombia es de 90 por ciento y en Brasil, 69 por ciento.
En Brasil, este tipo de pagos es menor debido a que ahí utilizan un sistema de pagos llamado Pix, operaciones que se realizan por medio de códigos QR, 99 por ciento de los brasileños usan este mecanismo.
¿Qué pasa en México?
Aunque en México, en las grandes ciudades cada vez es más común encontrar comercios que acepten pagos sin contacto, en gran parte del país la realidad es otra.
Según Visa, al cierre del primer semestre de este año, 25 por ciento de los pagos con tarjetas se hicieron con esta tecnología.
De acuerdo con los resultados de los estudios cuantitativos y cualitativos sobre el dinero en efectivo realizados por el Banco de México (BdeM), al cierre del año pasado, el 95 por ciento de la población indica que acostumbra usar efectivo; 52 por ciento dice que lo ocupa porque es más práctico, fácil o rápido, 16 por ciento porque sólo tiene esa forma de pago, y 13 por ciento porque considera que es más seguro.
Estos resultados se presentan aun cuando el BdeM ha impulsado diversos medios de pago digitales, como el CoDi, herramienta disponible para empresas y personas con el que se hacen transacciones con un código QR o DiMo, el canal para hacer transferencias con solo asociar una cuenta a un número celular.
Pese a lo anterior, Visa señala que impulsa los pagos sin contacto en México “como ancla para generar hábitos de pago ágiles, seguros y sin fricción, especialmente en transacciones de bajo monto.
“Soluciones para pagar con el celular han sido clave para expandir puntos de aceptación, contribuyendo al crecimiento de la infraestructura de pagos digitales en México, un mercado donde la alta concentración de población y la infraestructura en transición permiten priorizar estrategias específicas para fomentar adopción y hábitos de pagos digitales.”