
Domingo 6 de julio de 2025, p. 9
Sin Arturo Guerrero y Manuel Raga, la historia del basquetbol mexicano no podría entenderse. Las glorias conseguidas hace poco más de medio siglo por los ex seleccionados nacionales dieron lustre a la disciplina en nuestro país en la década de los años 60 y 70, y ayer fueron recordadas durante un reconocimiento en la Confederación Deportiva Mexicana (Codeme).
Siempre fue un honor representar a mi país; hoy pasé frente al Palacio de los Deportes y se me erizó la piel al recordar lo que vivimos Manuel y yo en los Juegos Olímpicos de 1968. Uno de los momentos más emotivos de mi carrera fue cuando le prometí a mi madre que antes de que falleciera lograría el premio al mejor deportista de México y lo conseguí en 1970
, compartió Guerrero.
El próximo año, la selección nacional cumplirá medio siglo sin clasificar a los Olímpicos, y Mano Santa espera que pronto se pueda terminar la sequía.
Ojalá pronto se logre una camada de talentosos jugadores y se consiga el boleto
, agregó Guerrero, quien fue parte del representativo de México y participó en dos Juegos Olímpicos (México 1968 y Montreal 1976).
Raga, tres veces campeón en Europa, compartió su visión sobre la realidad del basquetbol mexicano.
Desgraciadamente no hemos logrado un buen equipo. Y no es por falta de talento, sino porque en el mundo, el nivel de la disciplina ha crecido bastante. El día que lleguemos a la mitad del trabajo que hacen en Europa la música va a cambiar
, compartió Raga, el Mexicano Volador y el primer seleccionado del país vía draft de la NBA por Atlanta (aunque finalmente decidió jugar en Italia).
Raga, quien se integró a la selección en 1962 y fue inducido como miembro de la clase 2016 al Salón de la Fama en Mies, Suiza, instó a las autoridades a respaldar a las nuevas generaciones desde la niñez.
Se necesita dinero y apoyo en todas las categorías. Desgraciadamente la liga profesional en México tiende a ir por el lado del espectáculo y es difícil que de ahí surjan los grandes talentos. Debemos organizar bien las ligas más pequeñas, trabajar como equipo para que surjan más Ragas, más Guerreros y más (Eduardo) Nájeras
, agregó el tamaulipeco, quien compitió en tres Juegos Olímpicos y tres Copas Mundiales de la FIBA. Además, ayudó a que México conquistara la presea de plata en los Juegos Panamericanos de 1967.