ste martes 13 de mayo se llevó a cabo la cuarta Reunión Ministerial del Foro Celac-China en Pekín. La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) ha realizado desde 2015 estos foros y se trata del principal instrumento de cooperación entre América Latina y el Caribe (ALC) con China. Además de las declaraciones del foro, son particularmente relevantes los planes de acción que surjen del encuentro: docenas de propuestas de cooperación en ámbitos culturales, políticos, económicos, turísticos, de intercambio educativo y cultural. Proyectos de infraestructura y políticas para la reducción de la pobreza absoluta –con base en las experiencias chinas– parecieran ser de particular interés para ALC.
La cuarta Reunión Ministerial es de particular relevancia por varios aspectos. Por un lado, y considerando que la fecha fue definida con antelación, se realiza en el contexto de las erráticas medidas de Trump aplicadas desde el 20 de enero: órdenes ejecutivas
, amenazas, medidas y constantes contramedidas, así como un generalizado ambiente caótico y de incertidumbre global, pero en el que destacan China y ALC. La confrontación sistémica–política y económica, como lo hemos destacado en esta columna desde hace meses– es un punto de partida significativa para el encuentro. Segundo, el encuentro también refleja la prioridad que le dan los gobiernos latinoamericanos. Brasil, Colombia y Chile han enviado a sus presidentes, alrededor de 20 países, incluyendo a México, a sus cancilleres. Tercero, China le ha dado la máxima prioridad al Foro Celac-China: el presidente Xi Jinping inauguró la Reunión Ministerial y con antelación la cancillería china advirtió que ALC no es patio trasero de nadie
y que ambas partes rechazan medidas unilaterales. En la inauguración, Xi Jinping anunció cinco programas, incluyendo una nueva línea de crédito por alrededor de 9 mil millones de dólares, inversiones en sectores tecnológicos y programas para permitir el masivo intercambio de cuadros de partidos políticos, formación para profesionales, profesores y estudiantes, así como diversos proyectos para promover el aprendizaje del chino en ALC.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) elaboró un documento titulado Las relaciones entre América Latina y el Caribe y China
en aras de apoyar la reunión y específicamente el plan de acción que resultará del encuentro. El documento, de 67 cuartillas, examina con detalle las condiciones y demandas latinoamericanas para su desarrollo: bajo crecimiento económico, alta desigualdad y bajas capacidades institucionales y de gobernanza poco efectiva. Ante estos masivos retos, el documento revisa con detalle los principales aspectos de la relación entre ALC y China: la confrontación entre Estados Unidos y China, el comercio exterior, inversiones, financiamiento y proyectos de infraestructura; además de un repaso de la cooperación bilateral en la última década.
Particularmente relevantes son las nueve propuestas del documento de la Cepal, con base en una revisión bibliográfica y análisis detallado. Se propone aquí una modernización institucional
del Foro Celac-China que requiere de un equipo especializado, a largo plazo y más allá de su dependencia de las presidencias anuales pro tempore; esta arquitectura institucional no resulta ya funcional ante la dinámica y extensión de la relación entre ALC y China.
De igual relevancia son las propuestas en el ámbito del comercio, inversiones y proyectos de infraestructura: si bien los flujos comerciales y de inversiones han sido cercanos a los estimados en 2015, reflejan enormes retos puntuales en cuanto a la brecha tecnológica del comercio bilateral, un creciente déficit comercial, así como a escenarios lejanos a una efectiva transferencia tecnológica vía las inversiones chinas.
En los proyectos de infraestructura de China en ALC –con un creciente componente de energías renovables– se presentan retos en la transferencia tecnológica por parte de las empresas chinas para cumplir con las expectativas de ALC para permitir una transformación productiva con un crecimiento económico más alto, sostenido, inclusivo y sostenible en la región. Las propuestas en los ámbitos culturales y particularmente del turismo cuentan con un significativo potencial que debieran encararse pronto por ambas partes mediante instrumentos específicos.
Las élites y gobiernos de ALC parecieran estar ante un dilema: ¿caer en la disyuntiva de una relación con Estados Unidos o con China, o comprometerse con una agenda puntual con respecto a China a corto, mediano y largo plazos, como sugiere el documento de la Cepal?
La discusión no es ajena a México, por el momento las élites políticas, económicas y académicas no han siquiera iniciado una discusión puntual respecto a la República Popular China. El Cechimex de la UNAM, en contribuciones anteriores, palnteó un documento de 35 cuartillas y 27 propuestas al respecto; sin mayor respuesta por parte de los sectores público, empresarial, otros sectores académicos y demás. La participación del canciller De la Fuente en Pekín es, sin lugar a dudas, relevante. Brasil, Colombia y Chile enviaron a sus presidentes.
¿Tienen las élites mexicanas capacidad de iniciar una reflexión en forma realista en torno a una estrategia respecto a China o estaremos sólo atentos a las constantes órdenes ejecutivas
durante los 42 siguientes meses? ¿Nos tomaremos en serio la posibilidad de diversificación de nuestra relación socioeconómica? El Foro Celac-China, sin lugar a dudas, es una opción realista y significativa. ¿Se comprometerá México con foro, incluso con el grupo BRICS y otros organismos internacionales para concretar medidas de diversificación? ¿Cuál es la opinión de los partidos políticos y organismos empresariales? El Senado de la República debiera jugar un papel activo al respecto.
¿Será?
* Profesor del Posgrado en Economía y coordinador del Centro de Estudios China-México de la UNAM