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Zozobra en Tierra Caliente; el río Balsas, a 40% de su capacidad

En los 16 años que llevo trabajando nunca había visto tanta sequía, afirma funcionario de Pungarabato

Corresponsal
Periódico La Jornada
Miércoles 17 de abril de 2024, p. 28

Chilpancingo, Gro., Entre los pobladores de la región de la Tierra Caliente de Guerrero hay preocupación porque calculan que el río Balsas se encuentra a 40 por ciento de su nivel de almacenamiento; en los 16 años que llevo trabajando nunca había visto tanta sequía, afirmó Luis Zamora, director de Protección Civil del municipio de Pungarabato, cuya cabecera es Ciudad Altamirano.

El volumen de agua en El Caracol, una de las principales presas del cauce, en el municipio de Apaxtla de Castrejón, también ha disminuido considerablemente.

Según fuentes estatales y federales se preveía que para enero pasado el embalse registrara 178 millones de metros cúbicos y sólo alcanzó 100 millones. En enero de 2023 la cifra fue de 120 millones de metros cúbicos.

El río Balsas, de 771 kilómetros de longitud, atraviesa los estados de Guerrero, Michoacán, Puebla y Tlaxcala, y desemboca en el océano Pacífico.

La principal actividad económica de su cuenca es la producción de energía hidroeléctrica; ocupa 78 por ciento de las aguas superficiales disponibles; en conjunto, las centrales instaladas ahí tienen un potencial de 2 mil 330 megavatios.

Sin embargo, en los últimos días vecinos de Pungarabato han notado el bajo nivel del río: en la reciente Semana Santa, debido a las festividades la presa El Caracol liberó algo de agua y así subió un poco el caudal, indicó Zamora.

El funcionario local detalló que las autoridades estatales han dicho que no hay por qué alarmarse; no obstante, los lugareños tienen temor porque nunca habían visto el río tan seco como está ahorita.

Explicó que el Balsas está a 40 por ciento de su volumen normal; hay áreas en donde casi no hay líquido; la mitad del lado de Coyuca de Catalán está seco, y la que pasa por Ciudad Altamirano tiene poca agua.

Incluso, agregó, apenas me sorprendí, porque pasamos por ahí y un carro estaba a mitad del río, cuando antes esa parte estaba llena; es alarmante. Antes, relató, la gente se trasladaba en balsas a los pueblos, hoy no se puede hacer eso.

Luis Zamora recordó que el agua del río Balsas no es para consumo humano ni doméstico, porque es salina, para eso usamos la que viene del municipio de Cutzmala (de Pinzón); sin embargo, nos preocupa porque el cauce es un emblema del municipio.

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▲ Autoridades estatales y federales pronosticaron que para enero pasado el río Balsas iba a registrar 178 millones metros cúbicos en su caudal y sólo alcanzó 100 millones. En enero de 2023 la cifra fue de 120 millones de metros cúbicos.Foto tomada del perfil de Facebook
de Roel Ávila Baltazar

Al respecto, el meteorólogo Roel Ayala Mata, ex funcionario de la Secretaría de Protección Civil estatal, expuso que desde 2009 advirtió de la necesidad de trabajar para prevenir la sequía en la entidad.

Detalló que desde 1985 surgieron periodos de estiaje; en 2010 tuvimos un poco más este problema, aunque hubo lluvias extraordinarias. Y a partir de 2011 se dan condiciones de baja precipitación.

Presas de Guerrero se usan para generación de energía

Respecto de la situación de las presas, recordó que en Guerrero son utilizadas principalmente para la generación de energía eléctrica; algunas se usan para sembradíos de riego, pero no para consumo humano.

Destacó que actualmente los embalses tienen un almacenamiento muy bajo; en el caso de El Caracol, que es la más grande y es alimentada por el río Balsas, registra un llenado de 75 por ciento, que es poco para esta temporada.

Hay otras presas que están a 19 por ciento de su capacidad, como la Valerio Trujano, en el municipio de Tepecoacuilco, y que se aprovecha para los sistemas de riego; en el caso de la Vicente Guerrero, en la localidad de Arcelia y la Andrés Figueroa, en Ajuchitlán del Progreso, se encuentran a 48 por ciento de su capacidad.

Fuentes de la Comisión Federal de Electricidad reconocieron que en el río se han reportado condiciones de déficit hídrico, sobre todo en aportaciones; el Balsas comienza desde Tlaxcala, Puebla, estado de México, Morelos, Oaxaca y sí hay niveles muy bajos actualmente.

La cuenca del río Balsas alberga distintos tipos de vegetación, como bosques tropicales, espinosos y de encino-pino, vegetación acuática y subacuática; así como unas 233 especies endémicas como la cigüeña, la iguana verde, la tortuga golfina, el gavilán americano y el cocodrilo narigudo.

Alrededor de 175 mil hectáreas de cultivos son regadas con agua del río, para productos como maíz, caña de azúcar, jamaica, limón, sorgo, mango, ajonjolí y hortalizas, entre otros.