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Natsu Nakajima explora en el butoh la esencia del ser, la naturaleza y el amor

La legendaria bailarina visita México para participar en un conversatorio y presentar su pieza Al desaparecer van naciendo...

 
Periódico La Jornada
Viernes 2 de febrero de 2024, p. 3

La legendaria bailarina y coreógrafa japonesa Natsu Nakajima sostiene que el ankoku butoh ha sido su vida y un viaje para conocer qué tipo de lugar es el cuerpo. A partir del eje del cuerpo he explorado con el fin de saber qué es el ser humano, la vida, la naturaleza, la palabra, el espíritu, el amor. Se trata de un lugar para entender todo eso de manera holística, y lo pude aprender, más que la propia danza.

Nakajima es la última sobreviviente de la primera generación de bailarinas de danza butoh que, con la dirección de Tatsumi Hijikata y Kazuo Ohno (fundadores de la danza butoh), crearon el movimiento ankoku butoh (danza de la oscuridad) a principios de los años 60.

En entrevista con La Jornada, con ayuda en la traducción de su asistente Sakiko Yokoo, Natsu Nakajima habló sobre la presentación y el conversatorio Al desaparecer van naciendo... recorriendo la pequeña historia de ankoku butoh, que se realizará en el Salón de Danza UNAM del Centro Cultural Universitario.

La creadora explicó que el título de su obra Al desaparecer van naciendo... hace alusión a la vida y el tiempo, porque a sus 80 años siente que la cuenta regresiva es más corta para ella y, mientras va desapareciendo, aquí en México algo va naciendo. No sabe qué exactamente, pero hay algo naciendo.

Agregó que este proyecto, que consistió también en un taller, tiene que ver con el tiempo, porque la vida es la impermanencia, por ejemplo, dijo, a un árbol se le caen las hojas y salen las nuevas; las flores se marchitan y luego brotan otras, y en el caso de las personas, mueren y llegan otras vidas.

Natsu Nakajima creó la pieza porque ve cómo se acerca el fin de su existencia y es como pararse en el punto de despedida, voltear y ver lo que ha vivido.

Para esta obra, la coreógrafa no quiso utilizar ninguna de las técnicas que ha usado en 60 años de su carrera como bailarina de butoh, porque para ella es un punto final.

La maestra Nakajima siente que estar aquí es una oportunidad, ya que el año pasado fue operada de la rodilla y dejó de bailar, aunque continuó ofreciendo talleres. Con su visita a México retoma esa parte de subir al escenario.

Desde 1986 ha tenido un fuerte vínculo con México, se presentó en el Festival Internacional Cervantino con su multipremiada obra Garden. En 1987 impartió su primer taller de butoh en la Universidad Nacional Autónoma de México; posteriormente, fue a Veracruz y en múltiples ocasiones ha regresado al país.

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▲ Nakajima es la última sobreviviente de la primera generación de bailarinas que crearon el ankoku butoh.Foto cortesía de la entrevistada

Nakajima aprovechó que está en el país para aclarar que en ankoku butoh o la danza de la oscuridad como también se le conoce no tiene que ver con las víctimas de las bombas atómicas de la Segunda Guerra Mundial, como se ha dicho, y que por eso se pintan de blanco y sus movimientos son lentos.

Esa información es incorrecta. El ankoku butoh nació en la posguerra, porque se introdujo mucha cultura gringa a Japón; había mucha influencia en el arte. Los fundadores del butoh practicaban jazz y danza moderna estadunidense, pero al ver que no era para el cuerpo de un japonés, decidieron crear su propio estilo escénico. El ankoku butoh fue un movimiento de contracultura y de protesta, hasta que se volvió sólo butoh.

La maestra reconoció que el butoh expresa ideas y tiene un discurso, mas no se trata de manifestar el ego, como ocurre en la danza contemporánea o clásica, donde hay narcisismo y se enfatiza si el bailarín salta y brinca de determinada manera, si es virtuoso. “El butoh es diferente; lo más importante es quitar el ego, por lo que el cuerpo es como un objeto sin personalidad.

Muchos bailarines de butoh se rasuran y pintan de blanco; eso quiere decir que borran su personalidad. Cuando bailo no soy Natsu, sino que me transformo en algo, agregó.

La coreógrafa, quien ha sembrado la danza butoh en cada taller que ha impartido en el país, aseguró que esta manifestación ha florecido mucho en México en comparación con otros países; esto tal vez se debe a que hay un animismo entre japoneses y mexicanos, hay una vibración, y México también tiene una historia milenaria y siempre cuida su música y su danza.

La obra Al desaparecer van naciendo... recorriendo la pequeña historia de ankoku butoh se presenta hoy y mañana a las 19 horas, y el domingo a las 16:30 horas en el Salón de Danza UNAM del Centro Cultural Universitario (Insurgentes Sur 3000, Ciudad Universitaria). Posteriormente, el 24 de febrero a las 13 horas en la Casa Miguel Alemán del Complejo Cultural de Los Pinos, se dará a conocer el libro Al desaparecer van naciendo: La poética butoh de Natsu Nakajima.