Buenos Aires. La policía federal detuvo ayer a un grupo de piratas informáticos que en los días recientes amenazó con la colocación de bombas en edificios gubernamentales, estaciones de trenes, colegios, contra jueces y en la sede del oficialista Unión por la Patria, lo que obligó a la evacuación de varios lugares y produjo una sensación de inestabilidad política a poco más de una semana de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales del día 19.

Los detenidos forman parte de un grupo que se define como antisistema, en los mismos términos que lo hacen los candidatos a la presidencia y vicepresidencia de La Libertad Avanza, Javier Milei y Victoria Villarruel, que además reivindican a la pasada y cruenta dictadura militar (1976-1983) y niegan la existencia de desaparecidos, amenazando con acabar con el movimiento de derechos humanos que puso al país a la cabeza de la lucha contra la impunidad en el mundo.

En seis allanamientos de la fuerza pública en González Catán, conurbano bonaerense, se encontró una cantidad asombrosa de materiales electrónicos e informáticos, procesadores, memorias USB y, por supuesto, celulares y computadoras. Uno de los detenidos huyó por los techos de las viviendas linderas y en el camino tiró celulares y chips, pero los efectivos lograron aprehenderlo, informó el periodista Raúl l Kollman, en Página/12.

Los detenidos se llaman a sí mismos La Mafia del Hentai (del japonés anormal o pervertido). De acuerdo con los analistas, tiene un “perfil parecido a Los Copitos”, grupo vinculado al intento de magnicidio contra la vicepresidenta Cristina Kirchner en 2022.

La investigación sobre este y otros hechos no se resuelve aún, pero las últimas acciones de Villarruel intentan poner en libertad a los militares enjuiciados por crímenes de lesa humanidad cometidos durante la pasada dictadura, condenados por la justicia, con prueba y evidencias del terrorismo de estado que se aplicó entonces. Uno de los simbólicos personajes del terror, el marino Jorge Tigre Acosta apareció en un mensaje desde la cárcel apoyando a Milei.

No voten por La Libertad

En este oscuro escenario apareció Anita Careaga –una joven periodista hija de Ana María Careaga, sobreviviente del centro clandestino de detención Club Atlético durante la última dictadura, y nieta de Esther Ballestrino de Careaga, cofundadora de Madres de Plaza de Mayo– quien sorprendió a la sociedad cuando en un viaje en el Metro se puso de pie, ofreció disculpas a los pasajeros y dio un testimonio de su vida familiar que conmovió a todos para que, por el bien de la democracia, no voten por Javier Milei.

Nunca en mi vida hice esto y lo hago porque estoy muy preocupada. Yo nací en Suecia. Nací cuando acá en Argentina había una dictadura. Mi mamá tenía 16 años cuando la secuestraron embarazada de mí. Fue a un campo de concentración donde la despojaron de todo, incluso su nombre: pasó a tener una letra y un número, expresó al comienzo de su discurso.