Opinión
Ver día anteriorMartes 6 de diciembre de 2022Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 
Negocios y empresas

La certidumbre no existe

E

n materia de inversiones no existen caminos seguros. Hay aproximaciones y metodologías que generan buenos resultados, pero aun los mejores analistas cometen pifias que se traducen en pérdidas multimillonarias.

En general, los grandes fondos de inversión, junto con sus analistas estrellas, se equivocaron en la lectura que hicieron de la actual realidad económica, lo que se tradujo en grandes pérdidas para los ahorradores.

La inflación, la guerra y la pandemia cambiaron las expectativas en la producción, en la inflación, en la paridad cambiaria y en los rendimientos financieros a nivel global y ahora se ajustan todo tipo de inversiones.

En la historia de las finanzas siempre ha existido la idea de que todo se puede controlar, pero la realidad es necia y no sigue patrones prestablecidos. Incluso personas de talento excepcional se equivocan.

Un caso destacado a finales del siglo XX fue el de Long-Term Capital Management, un fondo de inversión conformado por matemáticos y economistas excepcionales, dos de ellos ganadores del Premio Novel. De acuerdo a sus proyecciones, tenían bajo control las variables fundamentales, al invertir en instrumentos seguros y protegerse ante eventualidades con instrumentos alternos. Pero como sucede en la vida, no controlaron todas las variables, el mercado de bonos no se comportó de acuerdo a las proyecciones y este fondo estrella, tan seguro como el Titanic, perdió en unos días 2 mil millones de dólares, quebró y llevó al sistema financiero global a una crisis de enormes proporciones. De esta manera, la genialidad no sirvió ni siquiera para generar rendimientos modestos y el fondo de inversión se fue a la quiebra.

A diferencia de los genios, los inversionistas que perduran en el largo plazo, como Warren Buffett, siguen un método distinto. En lugar de apostar a los sectores de moda que proyectan altos rendimientos, estudian caso por caso cada empresa y compran aquellas que cotizan por debajo de su valor.

De esta manera, aunque los mercados se desplomen o existan condiciones poco propicias, mantienen y fortalecen sus inversiones en los momentos de crisis y, cuando la economía se recupera, es cuando se aprecia la solidez de la inversión.

Aun así, en materia de inversiones no hay verdades absolutas para obtener los mejores rendimientos.