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El desastre del Metro y la candidatura presidencial de Morena
C

onfirmando la relevancia del funcionamiento del Metro de la CDMX para su precandidatura, Claudia Sheinbaum (CS) decidió supervisar los trabajos de rehabilitación de la línea 12, que lleva sin funcionar 14 meses desde la tragedia del 3 de mayo de 2021. El gobierno de la ciudad encabezado por CS, y respaldado explícitamente por AMLO, había comprometido que la línea 12 reanudaría operaciones a finales de este 2022. Sin embargo, hoy no pueden determinar una fecha para reabrir porque “lo más importante es la seguridad… no se puede poner ningún otro tema por encima de la seguridad”.

Esta supervisión ocurre luego de fallas graves ocurridas en la línea 2 y del anuncio del cierre parcial de la línea 1 para modernizarla. Así que el desastre del Metro persiste, afectando sensiblemente a millones de usuarios. Este mal funcionamiento da cuenta de una estrategia decidida por los gobiernos de AMLO, Mancera y luego la propia Sheinbaum, que privilegió al Metrobús como el modo de transporte fundamental de la ciudad. Con la excepción de Ebrard que decidió construir una nueva línea del Metro, la 12, con Mancera y particularmente en este gobierno la preeminencia del Metrobús sobre el Metro ha sido evidente.

Esta decisión estratégica de privilegiar el Metrobús, probadamente ineficiente en todas las grandes ciudades en las que se ha puesto en marcha, se ha acompañado de un descuido en las tareas de mantenimiento del Metro, provocando lo que la anterior directora del STC llamó una obsolescencia de fondo. Obsolescencia que explica que cada tanto vuelven a ocurrir accidentes, que hubieran podido evitarse. Por supuesto que siempre estuvo planteado que el Metro funcionara eficientemente, de la manera en la que lo han hecho metros centenarios, como el de Londres, París o Nueva York. Pero ello requería decisión política y respaldo presupuestal, lo que no ha ocurrido en muchos años.

Pero ahora, acicateada por una contienda notoriamente adelantada por la candidatura presidencial, la jefa de Gobierno pretende mostrarse atenta al funcionamiento del Metro. Lo hace en momentos en los que los problemas persisten. La explosión por un corto circuito ocurrida el 3 de julio pasado entre la estación Villa de Cortés y Xola de la línea 2, provocó una enorme afectación a cerca de un millón de usuarios. Esta falla eléctrica ocurre luego de que el año pasado se iniciará la inversión de 4 mil 500 millones de pesos para modernizar la infraestructura de suministro eléctrica de las líneas 1, 2 y 3, las más importantes de toda la red. Esta modernización no ha impedido una nueva falla de esta magnitud. Probablemente por eso, Sheinbaum habló de un posible sabotaje.

Además, el gobierno de la CDMX decidió cerrar parcialmente la línea 1 para llevar a cabo la modernización de la línea. De acuerdo con la propia jefa de Gobierno se trata de obras que nadie antes se había atrevido a hacer. En otros importantes metros del mundo, como en el de París, se han realizado modernizaciones que han modificado parámetros relevantes en su funcionamiento. En 2006, por ejemplo, la administración del Metro de París, la famosa RATP, decidió que su línea 1, la más antigua y con mayor afluencia de usuarios, se automatizara completamente, esto es, que operara sin conductor como la línea 14 y que, además, se instalarán puertas en los andenes para mejorar su funcionamiento.

De modo que para modernizaciones trascendentes hay numerosos ejemplos en otros metros. Estos ejemplos los conoce la administración del STC Metro, ya que forma parte del Grupo Nova, el cual agrupa a 42 importantes metros de diferentes ciudades en el mundo. Este grupo tiene como finalidad compartir experiencias y buenas prácticas que puedan ser aprovechadas por sus participantes para mejorar su funcionamiento. Estas comparaciones se facilitan porque se han desarrollado 30 indicadores claves en siete áreas fundamentales para un Metro: crecimiento, aprendizaje e innovación, cuestiones financieras, servicio al cliente, procesos internos, seguridad y asuntos del entorno.

Así las cosas, la importancia de la seguridad, el inicio de obras que nadie se había atrevido a hacer, el posible sabotaje, no son sino intentos de convencernos que ahora sí y después de lustros de abandono, para el gobierno de la ciudad importa la red de transporte de pasajeros más importante de la CDMX. Si realmente importara haría falta que la red creciera, innovara, resolviera sus problemas presupuestales, priorizara la atención de sus clientes, que son precisamente los que menos tienen en la ciudad, resolver verdaderamente los problemas de seguridad y, además, asumiera las responsabilidades que correspondan a esta administración. De hacerlo podría plantearse que su candidatura se sostiene. De otro modo, como en los tiempos del PRI, se trata sólo de palabras.