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Sentencian a 22 años de cárcel al autor intelectual del asesinato de Cáceres en Honduras
 
Periódico La Jornada
Martes 21 de junio de 2022, p. 23

Tegucigalpa. Un tribunal hondureño condenó ayer a 22 años y seis meses de cárcel al autor intelectual del crimen de la líder lenca y ambientalista Berta Cáceres.

El fallo del Tribunal de Sentencia fue emitido contra Roberto David Castillo Mejía, quien era el presidente de la empresa Desarrollos Energéticos SA (Desa), ejecutora del proyecto Agua Zarca, al cual Cáceres se oponía y que según la fiscalía fue desde donde se ordenó el homicidio.

Castillo Mejía fue encontrado culpable el 5 de julio de 2021 como coautor por el delito de asesinato.

Olivia Zúñiga, hija de la ambientalista, comentó que no estaba conforme con la sentencia y que hará uso de todos los recursos legales a su alcance para lograr un castigo más severo. Es sumamente indignante porque no se le ha aplicado la pena máxima, mientras a los gatilleros, a los autores materiales, se les aplicaron penas que superan 40 años de cárcel, dijo a la agencia Ap.

Por este asesinato fueron condenados en 2018 siete personas que recibieron sentencias hasta de 50 años de reclusión. Elvin Rápalo, Henry Hernández, Edilson Duarte y Óscar Torres Velásquez purgan 34 y 16 años por asesinato e intento de asesinato.

Mariano Díaz Chávez, autor por omisión responsable de un delito de asesinato consumado, recibió una pena de 30 años; el ex militar Douglas Geovanny Bustillo y Sergio Ramón Rodríguez, coautores del crimen, recibieron una sentencia de 30 años y seis meses de cárcel.

La lucha contra la represa en el río Gualcarque

Cáceres fue cofundadora del Consejo Nacional de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras. Ayudó a organizar la oposición a la represa Agua Zarca, que se iba a construir en el río Gualcarque. El río tiene una importancia espiritual para el pueblo lenca, además de ser una fuente de agua. El proyecto de la presa sigue congelado.

La activista Cáceres ganó el prestigioso Premio Goldman por su activismo ambiental en 2015. Fue asesinada en su casa ubicada en la localidad de La Esperanza el 3 de marzo de 2016. Un activista mexicano que estaba con ella también recibió un disparo, pero sobrevivió. Castillo Mejía aún puede apelar el fallo.