Opinión
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Un mundo nos vigila
E

stamos tan acostumbrados estos días a narrativas abotagadas, como las de las producciones Marvel, que un modesto thriller tecno como Kimi: Alguien está escuchando, es como una bienvenida bocanada de aire fresco. Dirigida por el ecléctico y prolífico cineasta Steven Soderbergh, la película hace evidentes sus influencias – La ventana indiscreta (Alfred Hitchcock, 1954) y Estallido (Brian De Palma, 1981), con una pizca de La conversación (Francis Ford Coppola, 1974)– sin caer en la mera evocación nostálgica.

Kimi no es el nombre de la protagonista sino de un nuevo tipo de asistente virtual con capacidad de aprendizaje. Vaya, una versión corregida y aumentada de Siri y Alexa, desarrollada por la ficticia compañía Amygdala. Para ella trabaja la joven Angela Childs (Zoë Kravitz), una analista de streams que sufre de agorafobia y, por tanto, hace lo imposible por no salir de su amplio loft en Seattle. Son tiempos de pandemia y eso ha facilitado que la chica se las arregle para resolver todo desde su hogar.

Sin embargo, Angela escucha algo que resulta, tras un detenido análisis, ser el grito de una mujer (Erika Christensen), víctima de un ataque sexual. Con la ayuda de un coqueto técnico rumano llamado Darius (Alex Dobrenko), consigue extraer todo el historial de la usuaria y descubrir una conspiración dentro de la compañía. Angela se arma de valor y sale de su domicilio para entregar la grabación del crimen a una encargada (Rita Wilson) de seguridad de Amygdala, que hace todo menos cumplir su promesa de acudir a la FBI.

Nuevamente, la paranoia está a la orden del día como motor de la intriga. El experimentado guionista David Koepp nos da la información suficiente para que imaginemos toda una suerte de manejos tenebrosos, personificados por un par de matones, uno alto (Charles Halford) y otro chaparro (Jacob Vargas), bajo las órdenes de un tal Rivas (el mexicano Jaime Camil, apropiadamente siniestro). Gran parte de la acción se concentra en los esfuerzos de Angela por escapar de ellos.

La gran virtud de Kimi es la manera lineal y eficiente como Soderbergh resuelve su thriller. Ya que él mismo se encargó, como es su costumbre, de la fotografía (bajo el seudónimo de Peter Andrews) y la edición (bajo el seudónimo de Mary Ann Bernard) todo el mérito le pertenece en la forma como elimina cualquier elemento ajeno a la resolución de la trama. (La película dura un minuto menos de la hora y media, lo cual resulta ejemplar en estos tiempos en que cualquier aventura rutinaria de superhéroe abarca casi las tres horas).

Kimi no inventa el hilo negro. El desarrollo de las acciones es previsible, hasta cierto punto. Pero es significativa al plantearnos una realidad que va más allá del Big Brother imaginado por Orwell, en el sentido de que la tecnología ha acabado por completo con la privacidad del individuo. Todos estamos expuestos a ser vistos y escuchados contra nuestra voluntad. Y eso es lo más inquietante de la película.

Kimi se puede ver en la plataforma HBO MAX.

Kimi: Alguien está escuchando

( Kimi)

D: Steven Soderbergh/ G: David Koepp/ F. en C: Peter Andrews/ M: Cliff Martínez/ Ed: Mary Ann Bernard/ Con: Zoë Kravitz, Byron Bowers, Jaime Camil, Derek DelGaudio, Robin Givens, Rita Wilson/ P: New Line Cinema, Warner Bros. EU, 2022.

Twitter: @walyder