"La Jornada del Campo"
Número 173 Suplemento Informativo de La Jornada Directora General: Carmen Lira Saade Director Fundador: Carlos Payán Velver
Saharahuis

Entrevista con el embajador Ahmed Mulay

América Latina y el Caribe frente a la cuestión saharaui

Ahmed Mulay Ali Hamadi Director General para América Latina y el Caribe

Estimado Ahmed, luego de tantos años estando al frente de la Embajada Saharaui en México, mucha gente que sabe de la ocupación en el Sáhara desde nuestro país le conoce bien y, me atrevo a decir, le tiene en una alta estima. Sin embargo, nos gustaría que de forma muy breve nos hable del camino que ha recorrido desde sus primeros pasos en la lucha por la liberación de su pueblo, hasta su actual cargo como Director General para América Latina y el Caribe.

Gracias por el espacio. Soy un militante del Frente POLISARIO como cualquier hermano. Comencé siendo miembro de una célula clandestina de la organización política en la ciudad del Aaiún, entonces ocupada por el colonialismo español. Estudiaba en el Instituto y trabajaba en la empresa Fos-Bucraa. Repartimos panfletos, cintas grabadas, organizamos manifestaciones, hacíamos reuniones, entre otras actividades.

Nuestra misión al comienzo era informar al pueblo saharaui de los objetivos de la Revolución y al pueblo español que no estamos en su contra. Otra misión fue recaudar apoyo para enviarlo al ejército de liberación: ropa, dinero, medicamentos, etc.

Pasé a ser miembro de la Unión General de los Trabajadores Saharauis y también formé parte del grupo que creó la sección de estudiantes saharauis en la ciudad. Más tarde fui encargado de la comisión de la formación política, donde tuvimos mucho trabajo, principalmente en la organización de varias manifestaciones importantes, lo que me llevó a conocer las cárceles de la dictadura por un periodo.

Después de que el gobierno español reconoció la necesidad de llegar a un acuerdo por el bien de todos con el Frente POLISARIO, comenzó la negociación. Pero, desgraciadamente, otra parte del Gobierno estaba negociando nuestra venta y entrega a Marruecos, lo que llevó a la traición española al pueblo saharaui en su acuerdo tripartito el 14 de noviembre de 1975, mediante el cual nos reparten, pueblo y país, entre los tres: España, Marruecos y Mauritania. Esto nos obligó a cambiar de métodos y estrategias para la nueva lucha armada, que continúa hasta el momento contra el Reino de Marruecos, ya que Mauritania corrigió, se retiró y hoy es un país hermano.

Resumiendo, participé en la salvación de las mujeres y niños de la persecución del ejército marroquí, que mataba a quien encontraba y luego persiguió a toda la población con sus aviones, bombeándolos con Napalm y bombas de fósforo. Fue una ardua y triste labor entre el entierro de los fallecidos de niños y mujeres y salvando lo que se pueda.

Pasé a la organización de algunos de los campamentos de los refugiados. Cuando salió el último soldado español, proclamamos el nacimiento del Estado Saharaui y comenzó otra forma nueva de lucha: aparte de la lucha armada, la diplomática y la educativa.

Me incorporé a la creación de los cimientos del Ministerio de Educación Saharaui por un tiempo. Luego fui vicegobernador y más tarde gobernador de una wilaya. Posteriormente fui electo como Secretario General de la Juventud Saharaui por dos periodos y más tarde, encomendado para comenzar a la creación del que hoy es el Ministerio de Función Pública.

Finalmente, y después de ser representante del Frente POLISARIO en Madrid por un periodo, fui designado al frente de la Embajada Saharaui en el bello y querido México, en el cual mi estancia formó parte importante de mi formación personal.

Su paso de la Embajada en México hacia el Ministerio seguramente trajo consigo más que cambios de lugares. Háblenos un poco sobre cuál es su principal objetivo desde este cargo y cuál es la relevancia del Ministerio.

El nuevo cargo como Director General para América Latina y el Caribe es una labor más amplia, que comencé con el estudio del continente, historia política, formación, tendencias etc. De esta forma y basándome en la experiencia del compañero que me entregó la Dirección, tracé un plan de trabajo que espero poder llevar a cabo.

Lo primero que ya hemos hecho, y al conocer la forma de trabajo del Reino de Marruecos que ocupa nuestra tierra, utilizando la desinformación y la compra de políticos y periodistas sin ética, así como el engaño a algunos partidos, escribimos y repartimos de forma gratuita el libro titulado: El Reino de Marruecos: la política del cheque contra la República Saharaui en América Latina y el Caribe. Lleva un nombre seudónimo: Fernando de Contreras.

Recomiendo este libro a toda persona que quiera conocer la naturaleza de un invasor sin ninguna base jurídica. Vamos a ver lo que podamos hacer en el año entrante. Nuestro objetivo es hacer a los latinos y caribeños conocer el fondo de la causa y luego que elijan libremente apoyar al pueblo saharaui, avalado por el Derecho Internacional, o a un invasor que ocupó un territorio por la fuerza.

La comparación entre la RASD y América Latina y el Caribe podría parecernos muy distante, sin embargo, nos gustaría mucho saber qué aspectos considera que acercan a nuestros pueblos.

Los pueblos de América Latina y el Caribe vivieron, y en parte siguen viviendo, las mismas situaciones que vive actualmente el pueblo saharaui: colonialismo, presión, desaparición, torturas, dictaduras y sus consecuencias. Toda persona originaria de ese continente, que tenga principios y ética, tiene un deber y un compromiso hacia la defensa y la solidaridad con el pueblo saharaui. Además, nos une la lengua ya que el Estado Saharaui es el único país árabe de habla hispana, aparte de ciertos elementos culturales que nos asemejan ya que fuimos colonia del mismo colonialista.

Un sector que siempre ha sido un apoyo importante en la lucha por la autodeterminación de las y los saharauis, tiene que ver con la sociedad civil organizada gracias a su capacidad de denuncia, de difusión e incluso de negociación tanto en sectores públicos como en privados. Desde lugares como Europa, por ejemplo, se observa un gran número de personas que se organizan en solidaridad con el pueblo saharaui y que han tenido logros muy relevantes desde este plano. En el caso de nuestra región, ¿cómo observa este aspecto?

Desde luego en estos tiempos donde, debido a la globalización, la sociedad civil está más que presente, su papel es evidente y puede cambiar mucho. El papel de las asociaciones de solidaridad latinas con el pueblo saharaui está avanzando muy bien y ya llevaron a cabo, cada una según su posibilidad, buenos trabajos en el ámbito de solidaridad, información, cultura y apoyo a los campamentos, así como las visitas organizadas a los campamentos saharauis y los territorios liberados. Creo que vamos por buen camino y solo se debe pensar en cómo juntarse a nivel del continente, ya que la unidad es la fuerza para llevar actividades continentales más relevantes e impactantes. Por otro lado, hay muchas personalidades en los ámbitos políticos, educativos y culturales que aportaron a la causa, sin ser parte de asociaciones. Y recalco, que lo bueno es llegar a unirse todas y todos en una red, como en Europa, y así hacer más presión y visibilidad.

Más allá de las relaciones diplomáticas, ¿cuál es el trabajo y el impacto que observa sobre el conocimiento del tema en la región?

El Sáhara Occidental como colonia española era poco conocida, hasta que nació el Frente POLISARIO y los saharauis comenzaron a acercarse al continente. Hubo un auge mayor y solidaridad latina y caribeña cuando España traicionó y comenzó la invasión de los vecinos al territorio saharaui, y con ello el intento de la masacre de nuestro pueblo. Ese auge se plasmó en el reconocimiento del Estado Saharaui por casi la mayoría de los países, así como la aparición de las primeras asociaciones, escritos, etc.

Actualmente, hay un conocimiento bastante grande y amplio en la zona. Se plasma en la existencia de embajadas, representaciones, asociaciones y mucha literatura en todos los ámbitos.

Marruecos, al darse cuenta del avance de la solidaridad con nuestra causa, comenzó a recorrer la zona ofreciendo dinero y comprando conciencias, lo que nos hizo cierto daño. Pero no nos preocupa, ya que en el desierto se dice que la injusticia es un espejismo que con el tiempo se diluye. La causa saharaui avanza y avanzará poco a poco.

Finalmente, nos gustaría saber ¿cuál es su proyección para las relaciones entre la región latinoamericana y caribeña con su país en los próximos años?

Desde el 13 de noviembre Marruecos nos obligó a retomar las armas, desgraciadamente, al romper el acuerdo del alto el fuego firmado entre él y nosotros con aval de las Naciones Unidas y la Unidad Africana.

Una importante misión es informar y convencer a los Estados y la sociedad civil de la necesidad de presionar en las Naciones Unidas y el Consejo de Seguridad para obligar al Reino de Marruecos a regresar a la razón y aceptar las resoluciones y el derecho internacionales, y así sentarse en unas serias negociaciones con la República Saharaui y llevar la paz al Norte de África, para hacer que sus pueblos vivan en paz y armonía.

Ahmed Mulay.  Archivo saharauiAhmed Mulay. Archivo saharaui

Como parte de América Latina, ¿quieres darnos algún mensaje especial?

Un llamamiento a todo y toda latina que no haga caso a lo que decimos nosotros, pero tampoco a lo que dice Marruecos. Estudien las opiniones jurídicas, conozcan la historia, revisen las resoluciones de las organizaciones internacionales y luego decidan quién tiene razón, quién está agrediendo por la fuerza, con quién está la justicia y entonces den su apoyo.

Hago un extenso agradecimiento a todas y todos los defensores del derecho de los pueblos, los que caminan este mundo con ética y filosofía humana, ya que siempre han estado a nuestro lado y les pido un esfuerzo más para aportar a la libertad de nuestro pueblo y nuestro territorio.•