Estados
Ver día anteriorDomingo 5 de diciembre de 2021Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

El éxodo comenzó en 2010 y pretenden revertir el daño

Sinaloa: preparan el reparto de terrenos para víctimas de desplazamiento forzado

Seis pueblos quedaron vacíos por el asedio de grupos delincuenciales, reconocen

Corresponsal
Periódico La Jornada
Domingo 5 de diciembre de 2021, p. 26

Mazatlán, Sin., Seis pueblos quedaron abandonados en la sierra del municipio de Concordia, a raíz de la violencia que se suscitó en 2010 en la zona por parte de presuntos grupos de la delincuencia organizada, lo que provocó el desplazamiento forzado de los habitantes, narró en entrevista el presidente municipal Raúl Díaz Bernal.

El alcalde manifestó que la mayoría de las familias que se fueron de El Platanar de los Ontiveros, Higueras de Zaragoza, El Llano, El Tiro, El Zapote de Agua Caliente y La Cieneguillas no regresaron porque al paso del tiempo prefirieron buscar empleo en otros lugares y los caminos a esas comunidades quedaron inaccesibles.

No obstante, Díaz Bernal explicó que la anterior administración estatal, encabezada por el priísta Quirino Ordaz Coppel, adquirió unas 10 hectáreas en la cabecera municipal que están en proceso de ser fraccionadas en 300 lotes, los cuales serán repartidos entre aquellos que se vieron obligados a irse de estos poblados; proceso que se realizará mediante las agrupaciones en las que se organizaron los desplazados, como El Movimiento Amplio Sinaloense.

Fausto Carrillo, de 74 años, quien en 2012 salió sólo con lo que traía puesto de la comunidad de Higueras de Zaragoza, junto con otras 40 familias, cuenta que la gente huyó por miedo. Detalló que desde 2010 la sierra que colinda con Durango, se fue quedando sola, ya que en diversas poblaciones prevalecía el temor ante la presencia de grupos armados en las inmediaciones.

Argumenta que intentó aguantar, pero en cuanto se intensificó la violencia, tanto a él como a muchos otros vecinos del lugar no les quedó otra opción que huir con las manos vacías.

Algunos, dijo, con el tiempo retornaron gracias al apoyo de las autoridades, quienes los escoltaron para llegar; pero hicieron el viaje sólo para ver si lograban rescatar algunas de sus pertenencias.

Tras abandonar su lugar de origen, su casa, tierras, ganado y sus animales, Fausto llegó a la ciudad de Mazatlán, donde sus conocidos lo auxiliaron y le prestaron un cuarto para que permaneciera por un tiempo, mientras lograba establecerse en otro sitio.

Lamenta que dejó de sembrar el maíz con el que alimentaba a su familia y ahora, que ya soy viejo, no puedo encontrar un buen trabajo por la edad y por estar enfermo,

Actualmente se desempeña como velador, recibe mil 800 pesos a la semana, los cuales, dice, sólo es para mal comer, pues de él dependen su esposa y una hija de 24 años con problemas de salud.

El señor Carillo cuenta que, ante la situación, desde hace años se unió al movimiento de desplazados y en julio pasado logró que le otorgaran un terreno detrás del fraccionamiento Cvive, en Maza-tlán, donde habitan su hermana y cuñada, quienes también salieron del mismo pueblo.